Por años, la placenta, el primer hogar del bebé ha sido considerada únicamente como eso, un “instrumento” para crear vida; no obstante, debes saber que su importancia no solo radica en ello, este es el único órgano temporal en el cuerpo que se forma para cumplir una función específica durante la gestación, y según especialistas, su ingesta aporta beneficios para la salud de la madre.
Si eso te parece poco, debes saber que además de albergar bebés durante nueve meses, también produce bienestar, antes que mamá y recién nacido se conozcan.
La placenta es un órgano que ayuda a la mujer a crear vida, es a través de ella que se alimenta la criatura.
Maravillosa creación
Este es el único órgano dentro del cuerpo de la madre creado con el ADN de otra persona, debido a que está compuesta de información genética tanto de papá como de mamá
La placenta se desarrolla luego de que el óvulo es fecundado por el espermatozoide, se convierte en un blastocito, luego se convierte en la placenta y más tarde en el bebé.
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Vida
La placenta tiene un proceso biológico: nace, crece y muere. Crece durante todo el embarazo y dura aproximadamente 40 semanas; aunque las últimas semanas se estanca y a partir de la semana 41, existen riesgos de que no funcione correctamente y deje de transmitir los nutrientes necesarios al bebé; cuando esto ocurre, se le denomina placenta envejecida o vieja.
Más detalles…
Este órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo, brinda oxígeno y nutrientes al bebé en crecimiento, pero además, elimina los desechos de la sangre del bebé, y evita que lleguen sustancias nocivas al feto.
También produce hormonas para que el cuerpo de la madre atraviese cambios propios del embarazo y se adapte al nuevo ser.
La placenta está unida a la pared del útero, y de ahí surge el cordón umbilical.
Luego de dar a luz al bebé, la placenta permanece viva durante dos minutos, razón por la cual especialistas sugieren dejar al bebé conectado al cordón umbilical para que reciba los nutrientes de este órgano.
Dato curioso
Aunque una vez expulsada la placenta, ya no tiene ninguna función, cada vez son más las personas que recurren a ella como una medicina, pues aporta beneficios para la salud.
La práctica se denomina placentofagia y consiste en llevarse a casa la placenta, prepararla y comerla; para aprovechar todos los nutrientes que esta alcanzó durante el embarazo.
Expertos señalan que la placenta contiene hierro, el cual previene anemias post parto; está presente la hormona Oxitocina, que estimula la eyección de leche y produce el efecto de enamoramiento entre la madre y el bebé. Además, contiene vitamina K, que sirve para evitar hemorragias después del parto.
Entre otros beneficios que aporta el ingerir la placenta se encuentran: provee energía, mejora el estado de ánimo, favorece la lactancia, el apego y disminuye la depresión post parto.
2021-05-17
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