El queso es uno de los alimentos que siempre está presente en la cocina. ¿Pero, sabes cómo se obtiene? Es el resultado de dar forma a la leche cuajada, cuya coagulación suele obtenerse por presión. Contrariamente a lo que pudiera pensarse debido a la materia prima utilizada para su elaboración, el queso puede ser consumido por aquellos que sufren de intolerancia a la lactosa, pues durante el cuajado se pierde hasta el 95% de ese elemento. Algunos de ellos son famosos por sus peculiaridades, como el suizo y sus grandes hoyos; el motivo tiene que ver con el proceso químico; el gas se expande durante el cuajado, provocando que, cuando vuelve a su nivel original, queden esos espacios huecos.
Propiedades nutricionales
* Una rebanada de queso provee al organismo de 20 a 25 % de las recomendaciones diarias de calcio, lo que significa que le está ofreciendo a sus huesos un beneficio para combatir la aparición de la osteoporosis.
* Es rico en vitaminas A y B2, contenido además vitaminas B, C, D y niacina, todas ellas indispensables con diversas funciones dentro de nuestra fisiología, que va desde logar una mejor visión hasta mantener el buen estado de la piel.
* Contiene todos los aminoácidos necesarios para que funcione correctamente el organismo.
* Comer queso reduce la placa bacteriana, estimula la producción de saliva y mantiene limpia la boca de manera natural.
* Es un alimento favorable y muy recomendado en las mujeres embarazadas por su gran contenido de ácido fólico.
* Ayuda a estimular la producción de leche materna.
* Fortalece el sistema inmunológico
* Disminuye los síntomas del síndrome premenstrual.
* La grasa que proporciona el queso actúa como combustible para dar energía al cuerpo.
El queso parmesano pertenece al grupo de los denominados “quesos de pasta dura”. Este es un producto que además de tener un sabor exquisito como consecuencia de su proceso de manufactura y de la maduración a la que es sometido, también cuenta por supuesto con todas las ventajas nutricionales que hemos mencionado para el queso. Estos beneficios dependen del tipo de queso, ya que los duros son más ricos en calcio y fósforo, mientras que los grasos poseen mayor vitamina A y los quesos blandos son gran fuente de vitamina B.
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