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Conoce los detalles de "Red Dead Redemption II", el juego del año

Jueves, 25 de octubre de 2018 a las 08:00 pm
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2001.com.ve | Yordan Sarmiento | @Yordan_altuve

Red Dead Redemption II se estrenó este viernes 26 de octubre, y se perfila como el juego del año Rockstar Games, nos tiene acostumbrados a sorprendernos cada vez que estrena un título. RDR2 sin duda alguna por parte de la comunidad gamer y distintas paginas de videojuegos, es el Juego del años si estas preparado para leer nuestro análisis sin spoiler prepárate.

Todo lo aprendido en GTA V, en el primer Red Dead Redemption y en otros títulos como Max Payne 3 o L.A. Noire se combina en este título para brindarnos una experiencia única e irrepetible. Red Dead Redemption II tiene tanta profundidad, lecturas, y una capacidad de transmitir sensaciones como no hemos encontrado hasta ahora. Retuerce todas las reglas de los mundos abiertos para que experimentemos la tristeza, la furia y sobre todo la libertad de ser un forajido a finales del siglo XIX.

Sólo adelantamos que su grandeza justifica el larguísimo desarrollo -comenzó a gestarse hace ocho años, cuando salió el juego anterior- y su costosa producción, que ha implicado a todos los estudios de la compañía. Sus 300.000 animaciones y su medio millón de líneas de diálogo son sólo números, lo importante es ver si esta bien implementado en el juego a la hora de probarlo.

Morgan ¿héroe o villano?

Arthur Morgan es un héroe de los que dejan huella. Está retratado con humanidad, con sus luces y sus sombras; y como decía antes, a medida que jugamos con él se va transformando de personaje en “persona”. Para conseguir que este forajido alcance tanta trascendencia, se combinan tres herramientas clave.

La primera es argumental: Red Dead Redemption II es un western puro, que toma elementos del cine (y también aprovecha lo que sabemos del juego anterior) para modelar a este pistolero, que lucha contra la extinción de su modo de vida.

No vamos a revelar ningún “spoiler” en este análisis de Red Dead 2 sobre la historia de Morgan, sólo aseguramos que hay al menos tres puntos de inflexión en el juego, que te dejara boquiabierto. Y en cuanto a los guiños, cualquier aficionado al género reconocerá elementos de Grupo salvaje, Dos hombres y un destino o los títulos más recientes de Tarantino: Los odiosos ocho y Django desencadenado.

El segundo elemento son sus relaciones: con otros personajes, con los animales -en particular su caballo- y con el entorno. Nada construye mejor a Morgan que verle reaccionar ante un mundo dinámico, en que no dejan de ocurrir cosas.

Además de todo, nos permite dejar una huella permanente con cada una de nuestras acciones. Es una relación bidireccional: Morgan también cambia con aquello que le ocurre, por dentro y por fuera: se ensucia, le crece el pelo, muestra heridas, pasa hambre y frío…

Por último, la libertad de acción es esencial para construir un protagonista “humano”. No hay un juego que dé tantas posibilidades y que además tenga semejante respaldo técnico. Y no nos referimos sólo al enorme territorio que se despliega frente a nosotros, sino a las opciones de juego a un nivel mucho más bajo: Morgan puede entretenerse en las tareas más sencillas (como despellejar un animal, bañarse o realizar el mantenimiento de sus armas) y nosotros disfrutaremos de unas animaciones detalladas que hacen que cualquier actividad parezca casi real.

 

Disfruta de un mundo vivo

Se acabó eso de jugar en un mundo lleno de indicadores que se abre progresivamente. Si The Legend of Zelda Breath of The Wild ya nos enseñó un modo de recorrer un mundo abierto de manera orgánica, Red Dead Redemption II lo perfecciona para que parezca natural.

¿Cuál es la diferencia? En ambos juegos exploramos con libertad, dejando que las misiones surjan a nuestro paso -escuchando una llamada de auxilio, o siendo atacados por una fiera-, pero en Red Dead 2 basta que nos quedemos quietos, observando, para descubrir cosas que hacer.

Los cambios en el clima, el trasiego de viajeros y forajidos, los animales que se cruzan a nuestro paso e incluso el avance de las construcciones… El mundo nunca se detiene a nuestro alrededor.

A partir de ese mapa enorme que está abierto desde el principio, la historia nos ofrece todas las mecánicas imaginables. La columna vertebral, como corresponde a un buen western son los tiroteos y los viajes a caballo.

Y como miembros de la banda de Dutch Van Der Linde, por supuesto, tenemos que participar en distintos atracos a bancos, diligencias y ferrocarriles, con un excepcional sentido cinematográfico.

El papel de Morgan es el de “brazo fuerte” de Dutch. Así que cobra sentido que parte de nuestros esfuerzos estén encaminados a cuidar de la banda; es un grupo de vividores, delincuentes y embaucadores que se convierte en nuestra familia. Hay diferentes formas de procurar su bienestar, consiguiendo comida, donando nuestras ganancias a la caja e invirtiendo dinero en mejoras generales.

Cuanto más surtido esté el campamento, mayores ventajas podremos disfrutar y mejor será el humor de quienes nos rodean. A medida que nos sumergimos en el juego, establecemos lazos con los conocidos como John Marston, Bill Williamson, Dutch y con recién llegados como Sadie Adler o Micah Bell.

Con todo, esto es sólo una pequeña parte de lo que nos ofrece el salvaje Oeste. Red Dead Redemption II tiene tanto por hacer que podríamos pasar una vida en él. Entre las tareas secundarias y actividades nos cruzamos con seis bandas rivales a los que derrotar, regresan los minijuegos, como el póker, el blackjack, dominó o el “filete de cinco dedos”, y podemos embarcarnos en la caza de animales legendarios. Podemos buscar tesoros escondidos y coleccionar estampas de los paquetes de cigarrillos o presenciar espectáculos teatrales.

Si nada de esto te impresiona, y eres de los que sólo les interesa la historia, te garantizamos que la trama de Red Dead Redemption 2 está escrita como la mejor novela del Oeste. Arranca con melancolía, y tiene un ritmo ascendente y firme que nos golpea con momentos épicos y giros inesperados a partir de las 25 horas de juego, manteniéndonos con el corazón en un puño.

Elige el destino de Morgan

Las posibilidades de personalización y mejora de Arthur aparecen “disimuladas” como aspectos del juego. En todo momento Rockstar ha huido de indicadores y árboles de habilidades que nos sacasen de la experiencia. Por supuesto que mejoramos de nivel, pero no hay que repartir puntos ni nada similar; cuanto más ejercitamos una habilidad, como la resistencia física, mejores seremos. Esto se aplica también a nuestra energía y al Dead Eye, el sistema de puntería que “congela” la acción durante unos segundos y nos permite disparar a nuestros enemigos en los puntos vitales.

Si lo que te preocupa es la reputación, también contamos con un sistema de honor, que se inclina hacia nuestro “lado bueno” o a nuestra maldad según las acciones que realizamos. No hay una recompensa por ser mejor o peor persona, pero sí observamos cómo los demás personajes nos tratan de un modo diferente… aparte de sufrir la persecución de los agentes de la ley cuando se ponga precio a nuestra cabeza.

En nuestro armario o en las sastrerías de pueblos y ciudades podemos cambiar de atuendo. Algunas prendas tienen sólo un componente estético, pero otras serán necesarias para soportar mejor las temperaturas de cada zona y el pañuelo, para taparnos la cara cuando llevemos a cabo alguna fechoría. Si hemos cazado a determinadas criaturas, también podemos acudir a un trampero para que nos haga un abrigo o un gorro con su piel, a modo de trofeo.

Y todavía es mejor el sistema de personalización de las armas. Morgan lleva hasta dos armas largas (fusiles, escopetas o arco) a la espalda, y otras dos armas cortas en el cinturón. Aparte, podemos guardar todo un arsenal en las alforjas de nuestro caballo. Estas armas se comportan con un realismo excepcional en cuanto a potencia, cadencia de fuego y al sistema de recarga -una absoluta maravilla- y de su estado puede depender nuestra vida.

No sólo se trata de hacerse con el mejor revólver o escopeta de cañones recortados, sino del que se ajuste a nuestro estilo. En las armerías podemos tallar la empuñadura, cambiar el tipo de acero, realizar grabados o mejorar el comportamiento con cañones más largos y rayados, miras y munición especial. El rendimiento se deteriora con el uso, así que conviene ir equipados con aceite para armas y limpiarlas de vez en cuando.

Todo vaquero tiene su semental

Las monturas merecen un apartado especial. Nuestro caballo es con quien más tiempo vamos a pasar a lo largo de Red Dead Redemption 2, y se ha recreado con tanto mimo, que pronto tenemos una conexión con él. Como en el juego anterior, nos encontramos con diferentes razas, que tienen sus puntos fuertes y débiles.

El vínculo entre la montura y el jinete es lo que nos permite hacer movimientos de doma (como poner el caballo de manos o dar pasos laterales) y también nos ofrece ventajas como que nuestro animal no se asuste ante la presencia de animales peligrosos, o que responda a nuestro silbido a una distancia mayor. ¿Y cómo se construye este vínculo?

La conexión con nuestro caballo crece cuanto más galopamos juntos, como es lógico. Pero podemos hacer que evolucione de muchas formas. Hay que alimentarlo, inyectarle tónicos que mejoran su resistencia, acariciarlo para que se tranquilice o mantenerlo limpio. En los diferentes establos podemos cambiar el estilo de su crin y su cola, además de comprar aperos que se pueden personalizar: la silla, los estribos, el pomo, manta o petate.

Una vez más, Red Dead Redemption 2 consigue que nos impliquemos a nivel emocional. Y esto alcanza tintes dramáticos cuando nuestro animal cae, se golpea o recibe un disparo, y tenemos que matarlo para que no sufra.

En cuanto a la recreación de estos animales, sus animaciones llevan la captura de movimientos de los animales a otro nivel. No sólo cuando les vemos trotar, sino al relajar los músculos, al patear cuando están agotados o relinchar.

Un videojuego que entretiene a todos

A estas alturas del análisis de Red Dead Redemption II te habrá quedado claro que está lleno de detalles y que hasta las acciones más sencillas tienen sus mecánicas de juego. Es posible que incluso te haya asustado que tantos elementos lo hagan injugable. tal vez el hecho de poder interactuar con tantos NPC, tener que evitar testigos en las fechorías que hagamos o cuidar de las armas y el caballo, además de alimentarse y abrigarse ralentice el avance en la historia.

Pero una vez más, el juego está perfectamente equilibrado para que estos aspectos nos ocupen tanto tiempo como nosotros queramos. Siempre podemos acudir al mapa y seleccionar las misiones principales -lo normal es que haya varias activas al mismo tiempo- como punto de destino, y usar una especie de GPS para no perdernos en los larguísimos trayectos.

Tenemos la posibilidad de utilizar viaje rápido desde nuestro campamento (una vez que lo desbloqueamos) o usar la diligencia y el tren desde las principales poblaciones.

Apartado técnico

RDR2 parece un monstruo imbatible con la tecnología actual. Los modelos son excepcionales, la física está bien implementada y las animaciones están cuidadas de un modo muy perfeccionista, que no deja de sorprendernos. Si tenemos que destacar dos aspectos técnicos de RDR2 por encima del resto, serían la iluminación y la recreación de interiores.

La luz juega un papel tan relevante, que cada imagen parece un cuadro. Tanto la iluminación natural como el fuego se combinan con la paleta de colores predominante en cada región y nos permite que reconozcamos nuestra situación de un modo intuitivo.

Las montañas, llanuras y pantanos cobran vida gracias a un estupendo trabajo en geometría, texturas e iluminación. En cuanto a los interiores, no sólo llama la atención la recreación del mobiliario, sino que muchos de los elementos (mesillas y taquillones) se pueden abrir para registrar.

No podemos entrar en todas los edificios que encontramos, pero sí en una gran mayoría, al igual que en vagones de tren o en la bodega de los barcos. El “do de pecho” está en las construcciones más lujosas: las plantaciones del Sur, los vagones de primera clase, la mansión de Bronte en Saint Denis o el casino flotante.

En lo relativo a la dirección artística, no hay fisuras. Parece que cada elemento se ha trasladado directamente desde 1899 al juego, y que refleja el lenguaje de la época, como se puede ver en los catálogos de las tiendas, que tienen una maquetación sensacional.

Adaptación del cine a videojuego

RDR2 aprovecha el lenguaje del cine para impactarnos aún más. En este sentido, hay que aplaudir el uso de la cámara lenta, como hizo Peckimpah en Grupo salvaje, para recrearnos con nuestros mejores disparos. Además, nosotros podemos cambiar la cámara en cualquier momento presionando el panel táctil.

Aunque preferimos jugarlo en tercera persona, con la cámara más cercana, al igual que ocurrió con las versiones de PS4 y Xbox One de GTA V, también se puede disfrutar en perspectiva subjetiva. Sin embargo, la monta y el uso de coberturas resultan un poco más complicados (aunque podemos apreciar mejor los detalles de las armas).

Apartado Sonoro

El doblaje es sensacional, podemos afirmar que las voces de Sadie, Morgan o Marston son de lo mejor que hemos escuchado en un videojuego. Como también nos cruzamos con inmigrantes, vamos a escuchar a personajes hablando en italiano, como Bronte, y a los mexicanos en la frontera, hablando español.

El tono de las conversaciones es tan rudo como estos pistoleros y se utilizan palabras de jerga sacadas de la época; como cuando Sadie llama “californios” a los habitantes de esta región. Está en inglés, pero que eso no os impida disfrutar del enorme trabajo que hay detrás.

Si necesitáis acudir a los subtítulos en castellano, la verdad es que nos han parecido bastante legibles. Son más grandes de lo acostumbrado en otros juegos de la compañía, y el fondo oscuro permitirá que no se te escape ningún detalle de la historia.

En cuanto a la banda sonora, nos encontramos con el mismo tratamiento que tuvo el juego anterior. La música sólo se escucha en los momentos más emocionantes, para darle un tono épico a las cabalgadas y tiroteos, y se reservan temas cantados para las secuencias que tienen más impacto emocional.

En un apartado sobresaliente destacamos aún más las canciones que cantan los protagonistas del juego en un par de ocasiones, la música clásica que se escucha en el gramófono de Dutch.

Una obra de arte

Red Dead Redemption 2 es la gran historia del Oeste, que nos ofrece todos los matices del fin de una época salvaje y romántica (en el sentido de idealizada, no de amorosa). Pero en mi experiencia ha dado un paso más: es la obra que mejor refleja la libertad.

Hablo de ser libres de la civilización, de tener la hierba como almohada y no preocuparse más que del momento presente. Algo que sólo se podía sentir en 1899, cuando los hombres como Morgan aún vivían en campamentos en medio de la naturaleza. Algo que se refleja cuando tomamos el mando y cabalgamos a donde el viento nos lleve, disfrutando del paisaje y -casi- de la brisa en la cara.

No sólo es el GOTY (el juego del año) y firme candidato a juego de la generación nos deja marcados, y que combina tecnología, narrativa y ambientación en el justo equilibrio.

2018-10-26

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