Redacción 2001.com.ve
Como si quisiera imitar uno de esos reinos que evoca la literatura fantástica, la ciudad de Singapúr se ha propuesto invertir el orden acostumbrado y hacer “una ciudad dentro de un jardín” (y no un jardín dentro de una ciudad).
Esta ambiciosa tentativa, promulgada en una ciudad que se encuentra en la vanguardia de la tecnología, tiene hasta ahora a su “joya de la corona” en los Jardines de la Bahía, más de 101 hectáreas en el corazón del nuevo centro de la ciudad.
Con una sed de totalidad, estos jardines reproducen una gran cantidad de los ecosistemas que se encuentran en el mundo, pero añaden el “tecno-toque” que caracteriza a esta incipiente potencia asiática. Dentro de los Jardines de la Bahía se erige un bosque eléctrico de árboles solares. Estos “súper-árboles”, de hasta 50 metros de altura, son en realidad jardines verticales compuestos de “piel” de bromelias, helechos y enredaderas florales; en el día proporcionan sombra y en la noche se iluminan y se convierten en pantallas digitales. Once de ellos tienen células solares que generan electricidad y tecnología hidráulica para ayudar a conservar los jardines.
Recientemente inaugurados en un banquete de luz y sonido de 10 días, los “súper-árboles” solares exhiben un feliz matrimonio entre naturaleza y tecnología, y, por supuesto, enarbolan una nueva y estimulante estética que surge de esta fusión. Reseñó ecoosfera.
2015-07-18