Nayzai Saavedra [email protected]
Lo más importante de la salud infantil es la prevención, la mayoría de las enfermedades pediátricas se pueden frenar o evitar complicaciones si se anticipa y se protege a las poblaciones vulnerables.
Uneades Urbina, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, indicó que cuando se trata de los chamos la prevención se hace básicamente con medidas como la aplicación de vacunas, el acceso y la salubridad del agua, entre otros factores que no se están cumpliendo como deberían.
Analizó que los ambulatorios -que son la red primaria- tampoco están funcionando adecuadamente, destacando que muchos están cerrados y que los que permanecen abiertos no cumplen con las expectativas de los ciudadanos; indicó que al final terminan en los hospitales ya que en los CDI se hacen diagnósticos erróneos, los tratamientos son inadecuados o no hay.
También destacó que la red de salubridad fue desmontada por el Gobierno: epidemiología, transmisores de fiebre amarilla, entre otras. Además, consideró que es muy grave para la salud de los niños que el Gobierno esté dejando de dotar los hospitales, razón por la que estos se encuentran en cierre técnico.
“No hay camas, no hay comida para los pacientes hospitalizados y eso está sucediendo desde junio en el hospital J.M. de Los Ríos. Tampoco hay disponibilidad de medicamentos una vez que ingresan al hospital”, indicó agregando que coincide con las declaraciones de los especialistas que aseguran que entre el 65 y 85% de los medicamentos tanto dentro de los centros de salud como en las farmacias están fallando.
Sin cifras, sin acción
Evaluó que además de la prevención, la atención y el tratamiento tampoco se está resolviendo y que la crisis se agudiza ya que el Ministerio de Salud dejó de publicar las cifras epidemiológicas y de mortalidad.
“Están incumpliendo la ley por no publicar los anuarios estadísticos vitales. Dos, tres años después no funciona porque se necesitan las cifras reales para hacer las programaciones de lo que se va a comprar, lo que se necesita y no se está haciendo”, dijo.
Lo que se vive
Urbina comentó que a nivel público en los motivos de consulta se mantienen en primer lugar las enfermedades tipo virales -dengue, chikungunya, Zika- pero sin tener la opción de hacer el diagnóstico preciso debido a que casi no hay para realizar la serología en los hospitales, por lo que los médicos por “clínica” asumen por ciertos indicadores cuál es la que está afectando al paciente.
Le siguen las afecciones del tracto respiratorio superior; otitis, sinusitis e incluso neumonía -que van en aumento- como consecuencia de la disminución de la cobertura vacunal como el combate del Neumococo, que a pesar de que está en el esquema nacional de vacunación no se está trayendo al país.
“En el 40% de los niños que se atendían en el área privada tampoco se está colocando esta vacuna porque no se está comprando por el rollo de las divisas y todo eso es importado”, aseguró.
Destacó la preocupación de la Sociedad por la reaparición de la difteria en donde los niños son la población más vulnerable y que, según su criterio, se está generando porque se ha bajado la vacunación y al hacerlo ha subido la susceptibilidad.
En el tercer lugar de los motivos de consulta siguen las diarreas, cuya prevención también se encuentra en la inmunización contra el Rotavirus, pero que tampoco está teniendo una cobertura adecuada por lo que se está teniendo un repunte básicamente en lactantes.
Ángela Troncone, jefa de Pediatría Médica Infecciosa del Hospital Universitario de Caracas, acotó que desde el año 2000 -cuando se introdujo la vacuna- se había visto una disminución de casos y complicaciones. Sin embargo, en los últimos dos años se está viendo el incremento de estas afecciones.
Desnutrición
Otro factor de preocupación para los pediatras es que se están viendo más casos de niños con desnutrición, este factor empeora la situación de salud de los más pequeños porque no se desarrolla el cerebro, la talla y la estatura se afectan a mediano plazo y las defensas también bajan.
“En los hospitales se está viendo desnutrición tipo kwashiorkor (piel brillante que se descama) y Marasmo (delgadez extrema). Esos tipos de subnutrición que no estábamos acostumbrados a ver en los últimos años en Venezuela”, manifestó Urbina agregando que lo que al niño le faltó en su etapa de crecimiento no lo podrá recuperar ni que después se alimente el doble.
En este sentido, Troncone coincidió con que los niños están ingresando con parámetros nutricionales por debajo de lo normal con más frecuencia de los que ingresaban hace dos años.
Más deficiencias
Otro con lo que no se está cumpliendo es con la vacunación contra el VPH; Urbina aseguró que hay una epidemia en niñas que desde los 11 y 12 años están teniendo relaciones sexuales.
Recordó que tenían 8 años solicitando que se aprobara esta vacuna, en el 2015 fue incluida en el esquema nacional pero aún siguen sin adquirirla. Destacó que en el país se tiene una gran epidemia de embarazo en adolescentes, agregando que de los 600 mil estados de gravidez en Venezuela 30% son de adolescentes y por lo general, estos no son deseados por las adolescentes.
Por otra parte, denunció que hay un bajón en la vacunación de la trivalente viral -que protege de sarampión, rubéola y papera- por lo que también se espera un repunte.
Troncone, del HUC, también destacó el brote descontrolado de escabiosis que se ha generado durante todo el año en Caracas, con énfasis en Vargas y mucho más generalizado fuera, en el interior del país.
La pediatra advirtió que no ha sido controlado y que el problema de esta infección, además de ser muy contagiosa, es que si no se trata adecuadamente la consecuencia inmediata son las infecciones de piel y partes blandas como complicación. “Afecta a todo el mundo, los niños son bastante vulnerables, en el Universitario se han visto bebés recién nacidos hospitalizados porque han hecho infección”, dijo.
También indicó que se están viendo muchas enfermedades infecciosas. Hizo un llamado especial a prestarle atención a la tuberculosis porque es una enfermedad ligada a la pobreza.
“Los registros oficiales no dicen mucho pero en la realidad se ve más sospecha, más pacientes que hay que descartarle la enfermedad”, comentó.
Lo que se debe hacer
Urbina opinó que es vital cambiar la política de salud porque si en 17 años de gestión el sistema está en las actuales condiciones todo indica que ha fallado, agregando que la solución no es cambiar de ministros ni de directores de hospitales.
Señaló que también se debe habilitar el canal humanitario, pero sin dejarle todo el peso de que va a “solucionar la crisis” porque no es real.
“Sí puede ayudar a solventar parcialmente el problema, pero no se puede vivir de la caridad ajena, hay que implementar acciones, hacer una programación y una inversión para mediano y largo plazo”, indicó.
Por su parte, Troncone le hizo un llamado al Gobierno en el que los insta a cumplir con las líneas definidas de prevención ya que si no hay acceso a las inmunizaciones se esperan más niños enfermos. Consideró que se deben implementar estrategias para mejorar la dotación y que si el Gobierno no puede debe aceptarlo y abrir el canal humanitario.
También abogó para que se lleve a cabo una campaña de información y sensibilización dirigida a las madres -en poblaciones vulnerables- para que puedan tomar las medidas que estén en sus manos, campañas que vayan desde el área higiénica, personal y de alimentos, entre otras.
Aseguró que los médicos están en disposición de colaborar, pero que no son ellos los que tienen la autoridad para tomar las decisiones que son necesarias en política de salud.
2016-12-14