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Abuelos se alimentan en comedores

Martes, 31 de marzo de 2020 a las 12:00 am
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Génesis Bastidas

Los abuelos que viven solos por diversas razones y que no tienen apoyo de familiares se las ven un poco más duras que otros durante el confinamiento que atraviesa el país por la presencia del Covid-19 en el territorio nacional.

Los ancianos que esperan cada mes para cobrar en las taquillas bancarias su pensión para poder comprar con efectivo alimentos a precios más bajos se están viendo en aprietos al no poder hacerlo y tampoco tener algún familiar que los apoye.

Herminia Román tiene 76 años y en casa solo tiene la compañía de Canela, una perrita callejera que rescató hace unos años. Ella recibió los 250 mil bolívares que le depositaron de su pensión y con ello compró un poco de queso, unos huevos detallados, un cuarto de kilo de café y pagó la bolsa Clap que todavía no le ha llegado; su comida fuerte del día se la dan en un comedor popular.

“Yo vivo solita con Canela y de lo poco que como le doy a ella porque no tengo paran la perrarina, ya teníamos mucho tiempo con la cosa apretada y ahorita está peor. Yo cobré y compré un quesito, unos huevitos detallados y un cuartico de café; fueron 258 mil pero en la tarjeta tenía 253, el muchacho lo dejó así y me vendió todo.

Ahorita no me ha llegado la bolsa pero en la escuela que está cerca de la casa están cocinando para los niños y en ese lote les están dando un poquito de comida a los que necesitamos, entonces a veces me la lleva un vecino y otras veces bajo yo a buscarla, pero sí he cumplido la cuarentena porque suficiente trabajo ya estamos pasando para enfermarme con esa gripe también” dijo Román.

Por su parte, el señor Ovidio Alvarado de 72 años tiene un problema con su tarjeta de débito y no ha podido comprar nada con la pensión que le pagaron hace más de una semana. Él a diario también se alimenta de un comedor en la parroquia La Pastora.

“Mi tarjeta del banco se me dañó, por ahí yo cobro mi pensión y los bonos que me caen de vez en cuando que son una ayudita, pero ahorita estoy amarrado de pies y manos porque no tengo nada de salado en la casa. El guardado que tenía era para la bolsa Clap que no me ha llegado, dijeron que para esta semana. A decir verdad no he cumplido la cuarentena porque camino casi seis cuadras a diario para buscar la comida en casa de la señora que nos da de comer a otros nuevos abuelos y a mí, Gracias a Dios ella todavía puede ayudarnos”, manifestó el abuelo.

Aseo y agua

Alvarado también expresó que carece de un servicio regular de agua y que no tiene los recursos como para comprar jabón para poder bañarse cada vez que llega de la calle. “En la casa tengo seis tobos de agua porque el agua se va hasta cuatro días, pero jabón no tengo; me queda es un pedacito de la panela azul para medio bañarme cuando vengo de buscar la comida y para medio lavar las dos o tres camisas. Para limpiar la casa hoy un vecino me regaló media botellita de cloro. Los viejos que estamos solos somos los que veremos esto feo y gracias a Dios a mí por lo menos me dan una papa diaria en el comedor y este vecino que de vez en cuando me salva con algo”, manifestó.

El problema del agua en el territorio venezolano es una dura y agonizante realidad que golpea a todos por igual, pero los ancianos que se encuentran solos y sin el suministro se las están viendo negras durante la cuarentena.

Rosa Lares vive en una zona de Cotiza en la que hace más de tres meses no les llega agua a las tuberías, a sus 74 años tiene que bajar en plena cuarentena a una toma de agua y hacer una fila para llenar los tobos.

“Antes del tema del Covid-19 bajaba hasta tres veces en un día para cargar un ‘pipotico’ y una botella de cinco litros de agua para limpiar la casa y cocinar. Ahorita con la cuarentena y el tema de que los viejos tenemos que guardarnos, yo bajo unas dos veces a la semana pero debo reconocer que tengo dos vecinas que me han dado agua para que yo no ande saliendo porque soy diabética también. Con la comida bueno, vivo rindiendo lo poquito que uno puede comprar y una de las mismas vecinas a veces me manda que si una arepita para ayudar y eso porque conocen mi situación. Estoy sola porque mi hijo lo mataron hace más de 12 años” contó.

2020-03-31

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