AVN
La feligresía paga sus promesas en agradecimiento por los favores y milagros recibidos, el bienestar, la prosperidad, el amor, la paz y la salud de las cuales goza por bendición directa del hijo de Dios, lo cual es motivación para que este Miércoles Santo jóvenes, niños, adultos mayores mantengan viva su tradición, su fe, la oración y sobre todo la devoción a Jesucristo, representado en la imagen del Nazareno de San Pablo.
A las afueras de la Basílica de Santa Teresa, en el centro de Caracas, donde se encuentra la imagen desde 1876, la feligresía ha acudido este 1º de abril desde muy temprano, proveniente tanto de Caracas como de otras partes del país, para expresar su fervor religioso, con vestimenta morada, orquídeas, crucifijos y otros artículos religiosos.
María Gabriela Acosta, de 31 años, quien vive en el municipio Chacao, estado Miranda, visita el Nazareno desde hace 10 años para agradecerle haberla curado de una penosa enfermedad. Descalza, vestida con su túnica morada y una orquídea en su mano derecha, visiblemente emocionada, contó: "Le traigo una orquídea en honor a todo el calvario que vivió por nosotros. Cuando veo su imagen siento agradecimiento, mucha fe y lo que más me llama la atención es lo encorvado que siempre está porque siento que en su espalda carga las súplicas de cada uno de nosotros".
El Nazareno escenifica la imagen de Jesús, quien carga su cruz, con la corona de espinas en su cabeza agachada, sumisa, con sentido de aceptación. Mariana de Acosta, quien acompañó a su hija María Gabriela a la visita, sostuvo que para ella la emoción es grande al poder practicar su tradición. "Todos somos hijos de él -Nazareno-, carga con nuestros pecados, nuestras angustias y por eso le rendimos culto, le rogamos que nos cuide y nos dé paz".
Fue en abril de 1880 cuando la imagen y los objetos de culto que estaban en la Capilla de San Pablo fueron trasladados a la Basílica de Santa Teresa. Desde esa fecha, centenares de orquídeas, flor nacional de Venezuela, donadas por la feligresía, también adornan al Nazareno de San Pablo, que este año viste un traje de gala que consiste en una túnica con hilos de oro, en honor al quinto centenario de Santa Teresa del Ávila, cuyo nombre lleva la Basílica de Caracas.
Aníbal Briceño, trabajador informal, quien vende orquídeas a las afueras del templo cada Miércoles Santos, desde hace 10 años, relató: "Las cultivo en mi casa de El Junquito, donde tengo un vivero. Para mí es importante alimentar esta fe en los demás a través de mis flores".
María Josefina Belis, de Alta Vista, Catia, parroquia caraqueña de Sucre, acudió a la iglesia con una piedra del tamaño de su mano, color marrón y, tal como comentó, en su superficie parece dibujarse la figura de una virgen. "Me la encontré en el río Birongo, ubicado muy cerca de la población de Higuerote, estado Miranda. Al Nazareno le ofrecí que hoy se la traía. Tengo en mi casa bastantes piedras con figuras de santos en símbolo de mi fe".
Su recomendación para los feligreses fue: "Recen la oración del Padre Nuestro, que es sagrada. En el nombre del Padre Nuestro y del Santísimo Sacramento… esta oración divina siempre la diré…. Tres fueron los clavos con que clavaron a Cristo… Señor, haz que mi cuerpo sea cubierto con el manto sagrado… amén. Vine con Dios y la Virgen", rezó.
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2015-04-01