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Guillermo Tell Trocóniz: recordar el Holocausto

Viernes, 31 de enero de 2020 a las 08:00 pm
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Guillermo Tell Trocóniz

El 27 de enero de 1945 las tropas soviéticas liberan a las personas que estaban en el campo de concentración de Auschwitz en Polonia, el mayor centro de exterminio Nazi en la segunda guerra mundial, se calcula que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas y fallecieron un millón cien mil, se estima que el 90% eran judíos, el otro porcentaje lo comprendían, polacos, gitanos y prisioneros de guerra. “El trabajo libera”, era el lema de entrada a un infierno, que vio las mayores atrocidades, en una época que se caracterizó por las dictaduras de hombres fuertes, Hitler, Mussolini, Stalin, y la complicidad de un mundo que se hizo de la vista gorda hasta que ya era demasiado tarde, es decir, más de seis millones de muertes después.

En el 2005, Las Naciones Unidas (órgano que nace luego de ese episodio y justo para evitar otro igual) designa al 27 de enero, el día para conmemorar El Holocausto, según la RAE “Gran matanza de personas, especialmente la que tiene como fin exterminar un grupo social por motivos de raza, religión o política”.

El porqué de esta matanza, Hitler y el Tercer Reich, impulsaban la supuesta superioridad de las raza Aria y se culpaba a los judíos de todos los males que vivía el pueblo alemán, el cual ávido de responsables y humillados después de la derrota en la primera guerra, abrazó esta idea y echó mano de ella, siendo este el caldo de cultivo que Hitler necesitaba para llegar al poder e implementar el ideal Nazi.

Pero por mucho, que el holocausto Nazi fue el más terrible de todos y que dio como ya dijimos origen a la Sociedad de Naciones, lamentablemente no ha sido el único e incluso luego de la aparición de la ONU, por ejemplo, en la década de los 70, luego de la guerra de Vietnam, un líder guerrillero Pol Pot, declaró el año cero Camboyano y prohibió la educación, la escritura, el pasado y todo lo que lo representaba debía desaparecer, más de dos millones de personas murieron.

Entre abril y Junio de 1995 más de ochocientas mil personas son asesinadas en Ruanda por una rivalidad entre tribus, aquí, los medios de comunicación, particularmente la radio, se empleaba como plataforma de difusión de odio, segregación y justificación de lo que ocurría de parte de la tribu dominante, el grupo dedicado al exterminio fueron los llamados Interhamwe.

Tres hechos históricos que posiblemente nuestros jóvenes de hoy, en su mundo de redes sociales, apariencias y burbujas de influencers o no conocen o peor, no les interesa y es allí donde quiero poner el dedo, es menester de las sociedades del todo el mundo, tener siempre presente estos y todos los episodios posibles donde se ha dejado en evidencia la decadencia humana, la lentitud institucional para actuar y la utilización de métodos cada vez más novedosos para captar adeptos como hace el llamado Estado Islámico para sumar a sus filas, con mensajes que calan en mentes que gritan por una atención, que padres muy ocupados en sus asuntos no tienen el tiempo para ofrecer.

No podemos olvidar de lo que somos capaces, los Holocaustos, Hiroshima, desplazados, refugiados, hacemos que el que piensa diferente, el de distinto color, el del otro credo, se sienta menos, es más muchas veces pensamos en que hay que exterminarlo. El Ku Klux Klan perseguía a los negros después de la guerra de Secesión norteamericana y yo por cierto utilizo esa palabra (negro) desde el respeto. A mi, aquí en mi país me llaman “escuálido” y fuera lamentablemente mi gentilicio ¡Venezolano! es ahora sinónimo de delincuencia, corrupción, hambre y prostitución.

No estamos muy lejos de otro Holocausto y tengo el atrevimiento de predecirlo porque los últimos ya se están olvidando, es cierto que hemos crecido como raza, las artes, la tecnología, en fin, pero cuando algo no nos sale bien, o lo deseamos con mucha fuerza, le echaremos la culpa al otro, al distinto y le quitamos lo que supuestamente nos pertenece, so pena de su libertad o hasta de su propia vida.

Hay cosas que la humanidad no puede olvidar, no solo por lo difícil y atroz que fueron, si no, por el riesgo inminente a repetirlas.

2020-02-02

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