María Cordero
La migración en Venezuela afecta a todos los miembros de la familia incluyendo a las mascotas, quienes en ocasiones son las más perjudicados cuando se decide salir del país.
Años atrás las personas solían dejar a sus mascotas en residencias de cuidado debido a que eran viajes de tiempo cortos o de vacaciones pero siempre volvían.
En la actualidad son muchos los perros abandonados en la calle. Algunas veces por la falta de recursos económicos para llevárselos y otras por falta de conciencia de los dueños.
Recientemente se habla de la práctica de la eutanasia en perros y gatos que no pueden ser llevados al extranjeros con sus dueños.
Marianela Farías, propietaria de la Fundación Manosxpatas del estado Carabobo, comentó que su labor de rescate comenzó desde 2014 y en la actualidad tiene a su cuidado más de 200 animalitos entre perros y gatos, también habló de lo que es el abandono que sufre por parte de sus propietarios.
“Sabemos de casos de perritos que la gente simplemente le abre la puerta un día antes a irse y los dejan en la calle, también sabemos de muchos casos que van a los veterinarios por la eutanasia y los médicos que conocemos nos cuentan y dicen que se niegan al procedimiento porque está sano, aunque nunca faltara el matasano que si lo hace”.
Farías, quien vive de cerca muchos casos de abandono, le ha tocado también rescatar perros que ya habían adoptado y que quisieron aplicarle la muerte asistida.
“En el año 2012 entregue una perrita en adopción y recientemente me escribieron solicitando ayuda que habían dos perritas que sus dueños se iban del país y si no conseguían quien las adoptaran las iban a dormir y casualmente una era la que entregue y salí corriendo a buscarla y me traje las dos para evitar que las durmieran”.
Son muchos los métodos crueles que utilizan con las mascotas como abandonarlos en la calle, querer aplicarle una muerte asistida o dejarlos encerrados y esperar mueran de hambre. Farías logro salvar a una weimaraner que fue encerrada junto al macho y un cachorro en una ferretería, donde solo la perra sobrevivió.
Otra de las fundaciones que trabaja en pro de los animales es 2da Oportunidad, quienes tienen sede en Valencia y prestan atención a todos los perros y gatos que lleguen a su puerta además se mantiene atendiendo fijamente las mascotas que tengan discapacidad grave.
Una de sus cuidadoras indicó que el caso de la eutanasia es un método más de presión que de realismo, a pesar de que este tema se esté prolongando.
“Una eutanasia no baja de los 600.000 bolívares, aunque no he conocido a nadie aún que haya realizado el procedimiento, tengo perros conmigo que sus antiguos dueños me presionan con que los duerma pero es mentira”.
En algunas ocasiones existen mascotas que no están acostumbrados a estar en casa por lo que a las fundaciones se les complica conseguir quien los adopte.
“Un caso reciente que se vio mucho en redes fue un negrito que dijeron que lo iban a dormir, una señora por salvarlo intentó adoptarlo, y resultó que el perrito no tenía dueños sino que era lo que se conoce como un perro comunitario y se portaba mal en la cuadra por lo que no se pudo dar la adopción porque no sabe vivir en casa.
En la Clínica de las mascotas en Montalbán, el médico veterinario Luis Guerra, también señaló que han llegado casos de personas pidiendo la eutanasia, la cual no aplican a menos que la mascota tenga una patología terminal o su vida está comprometida.
“Si han llegado casos, preguntan la tramitación para llevarse las mascotas y llegan también solicitando eutanasia o si damos servicio de adopción, nosotros para eutanasiar un perro necesitamos que ellos tengan una patología terminal, es la única forma de acceder, si el perro está sano no es ético dormirlo.
El último caso de abandono en la clínica, según indica Guerra, fue registrado hace un mes donde llevaron a la mascota a la peluquería para un baño y corte, y no fueron a buscarlo, por lo que la clínica busco darlo en adopción.
2019-11-18
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