Erick González Caldea
En los últimos 83 días de protestas se ha registrado un aumento en la participación de niños, niñas y adolescentes en situación de calle. Ellos están allí por ejercer su derecho a manifestar y por el hambre que pasan día tras día.
Representantes del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) señalaron que los jóvenes de la calle están en las protestas debido a la “seguridad alimentaria” que no encuentran en otros entes gubernamentales, ni en sus familias.
Expertos en la materia psiquiátrica, educativa, jurídica y nutricional coincidieron que la falta de políticas públicas efectivas para tratar el tema de la indigencia y abandono de los niños y adolescentes en la ciudad, ha creado un clima donde éstos buscan maneras cada vez más riesgosas para sobrevivir en las calles.
Susana Raffalli, investigadora y consultora de la Fundación Bengoa, señaló que los infantes en situación de calle ven la oportunidad de alimentarse regularmente en las protestas. “Comer las veces que sea necesaria les resta a su angustia y le da mayor seguridad”, destacó la experta.
Aseguró que muchos de estos niños sufren de desnutrición, además, cada vez los casos son más graves, debido al poco acceso a alimentos.
Ayudan o no. Para muchos caraqueños ver a niños y adolescentes en situación de calle como escuderos o manifestantes parece una “acción cotidiana”, según los consultados. Sin embargo, cuando se trata de esos infantes en la calle donde rebuscan en las basuras o piden en los restaurantes la visión cambia radicalmente, porque comienzan el miedo y el estigma.
“Muchos de los niños que están en las protestas se exponen a más riegos de lo normal, debido a la vulnerabilidad que viven día tras días”, destacó Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, quien especificó que las consecuencias los podrían llevar a la muerte.
Expertos en la materia explicaron que más allá de darle de comer a estos jóvenes en las manifestaciones, los venezolanos deben exigir mejoras en las calidad de vida para los infantes en situación de calle, sino el problema continuará.
Derecho a protestar. Carlos Trapani destacó que la Ley Orgánica para la protección del Niño, Niña y Adolescentes (Lopnna) señala el derecho a la protesta por parte de los jóvenes como un medio para que sean cumplidos sus derechos.
Declaró que es deber y obligación del estado de respetar el derecho de los niños, sobre todo aquellos que son garantizados en la Carta Magna y la Lopnna.
“El Estado ha criminalizado la actuación de los jóvenes en las protestas; han dicho que son utilizados por sectores ‘violentos de la oposición’ pero igual imputan a los adolescentes, sin tener un apego a las leyes judiciales”, agregó.
Señaló que deben ser criminalizadas las actuaciones fuera del orden judicial, como fue el caso del menor de edad detenido la semana pasada en “los verdes”, de El Paraíso, por funcionarios de la policía militar y política, donde estuvo aislado durante casi tres días de su familia, para luego ser liberado bajo una fianza.
“No deben satanizar el derecho a la protesta, pero si un adulto explota y abusa de los jóvenes, en este contexto, debe ser juzgado por la ley”, enfatizó.
La especialista Susana Raffalli manifestó que cuando un niño en la calle hace referencia positiva de los “rojos rojitos”, el Estado lo califica de “valiente”, pero cuando habla a favor de la oposición es un “enfermo manipulado en un laboratorio”.
Señaló que ver a los niños en la calle son síntomas de las violaciones de los Derechos Humanos por parte de los gobernantes del país.
Sin problemas psicológicos. “Es inaceptable los intentos tratar a adolescentes y jóvenes como enfermos a ser rehabilitados”, criticó Fernando Pereida, secretario General de Cecodap, ante la iniciativa del gobierno de llevar a los jóvenes detenidos en protestas a centros de tratamiento psiquiátrico para que abandone “la violencia”.
2017-06-22