Nayzai Saavedra
El 14 de diciembre de 2004, la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela aprobó un nuevo anteproyecto de ley de Salud que hasta la fecha se encuentra engavetado.
A casi 11 años de su propuesta, desde el sector Salud consideran la necesidad de su discusión para consolidar la conformación de un Sistema Público Nacional de Salud (Spns) como está estipulado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).
Paños de agua tibia. El médico y diputado de la AN Bernardo Guerra resaltó que la importancia de la Ley es que marcaría los parámetros para organizar ese Spns, donde estén todos los demás subsistemas de salud integrados.
“El Gobierno ha venido implementando una serie de programas, para atacar la crisis que ha habido de salud estos últimos años y no son más que unas políticas de paños calientes que no han tenido eficacia, no ha resuelto los problemas de salud porque no han ido al fondo del problema”, consideró Guerra, asegurando que es una herramienta fundamental para resolver los problemas de ese sector en el país.
Guerra opina que lo primero es unificar todos los subsistemas porque la salud ahorita está fraccionada y no se puede establecer una política pública cuando se tienen cinco entes que tienen jefes y directrices diferentes.
En segundo lugar el médico considera que hay que establecer los parámetros necesarios para que la dotación de los centros hospitalarios y ambulatorios sea continua y sistemática. Asimismo, establecer una serie de directrices en la ley que no permitan la desviación de los recursos.
Finalmente, instó a las ONG que tienen que ver con Salud y DDHH para que insten al Gobierno Nacional, a los diputados de la AN a que se le de la debida prioridad a la discusión.
Descentralizar
Para el ex ministro de Salud Rafael Orihuela, la Ley es vital para la descentralización del sector.
Orihuela considera que hay que rescatar de ese anteproyecto de ley el sentido general de la norma constitucional y tomar acento en la atención primaria y la prevención.
“El asunto es que nos estamos rigiendo por una ley caduca que está en abierta contradicción con la Constitución vigente”, expresó; destacando que lo único que debería quedar centralizado sería el ente rector (el Ministerio de Salud) para la ejecución de políticas de Salud y de control sanitario. De resto, el ejercicio del servicio de Salud debe ser descentralizado hacia abajo y estar en manos de la competencia que le corresponda.
Hizo especial énfasis en regresar a la competencia del Ministerio de Salud, esas partes del presupuestos que están anarquizados: Barrio Adentro que tiene una caja chica, un pozo sin fondo, sin ningún tipo de contraloría, comentó.
Redes paralelas
Por su parte, el ex ministro de Salud Carlos Walter considera que a pesar de que la ley no resolvería todos los problemas, podría contribuir a poner en orden el propio sistema de Salud que se maneja.
“La no existencia de ley es la que le ha permitido al Estado poner en funcionamiento redes paralelas”, consideró Walter quien agregó que una ley podría sentar las bases para quitar el desbarajuste existente y hacer más racional el gasto.
2015-09-04