Deisy Martínez
Cada vez que aumenta el salario mínimo de los trabajadores venezolanos la población en lugar de alegrarse tiembla, no sólo por los incrementos que incluso desde días antes de la noticia se comienzan a producir en el costo de alimentos, medicinas, transporte, entre otros, sino porque deriva en la subida de servicios como la mensualidad de instituciones educativas privadas, lo que hace que los sueldos se pulvericen.
Una vez conocido que el salario se ubicó en Bs. 40.000 y el ticket de alimentación en Bs. 25.000, los colegios no públicos hicieron sus cálculos e informaron a la comunidad educativa los nuevos montos para intentar cubrir las necesidades, pues no sólo se trata del pago de la nómina (docentes, especialistas, personal administrativo y obrero) que se lleva el grueso de los recursos monetarios sino de los gastos de mantenimiento como infraestructura (que se reducen a los más urgentes), materiales e insumos para limpieza.
“Debido a la inflación que se genera en paralelo, cuando el colegio cobra la mensualidad ya se presenta un déficit, por eso los ajustes para cubrir las necesidades de funcionamiento no son suficientes. Hay que tomar en cuenta que además del salario están los pasivos laborales, incidencias, pagos de servicios que forman una cadena de incrementos que causan mucha preocupación”, expresó la presidenta de la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas (AVEC), Trina Carmona.
Realidades. Carmona indicó que la realidad de cada institución educativa es distinta, por lo que la cuota de escolaridad no sube en iguales proporciones. Recordó que hay escuelas que trabajan sólo media jornada (7:00 a.m. a 12 m) y otras que laboran todo el día. En el caso de la AVEC que agrupa a 1.083 planteles, hay unas que son subsidiadas por el Gobierno (916) y otras no (167). Apunta que en el primer caso el dinero no alcanza y en el segundo, el peso recae sobre los representantes.
En una institución ubicada en el Paraíso la mensualidad que pagan los padres pasó de Bs. 21.000 a 59.000 desde preescolar, por sólo mediodía, hasta media general (4 y 5 año) hace una semana. Allí las maestras pasaron a devengar tres salarios mínimos de dos salarios y medio que ganaban antes del nuevo ajuste del sueldo. Allí algunos representantes criticaron, no tanto que se haya aumentado, aunque algunos admiten que sus ingresos no les dan, sino que no se hizo una asamblea de padres, para al menos exponer la estructura de costos que llevó a la modificación del precio, sino que la directiva se reunió con el Consejo Educativo y luego procedió a publicar un comunicado.
“Antes explicaban los gastos y los costos, eso no lo pueden dejar de hacer, es un deber del colegio y necesitan contar con la mitad más uno que debe firmar en el acta a favor del aumento. Y con el Consejo Educativo no contamos porque sólo se limitan a avalar todo lo que aprueba el colegio en lugar de ser un punto de unión entre padres y representantes y la directiva”, reprochó la señora Mónica Hernández, quien tiene a su hijo en tercer grado.
Peligro. Pese a la inconformidad y que cada vez se hace más cuesta arriba honrar el compromiso de pagar la mensualidad, los padres han desistido de denunciar la situación ante la zona educativa, puesto que prefieren resolver cualquier discordia directamente con el colegio, conscientes de las condiciones de hiperinflación que traen como consecuencia que ningún sueldo alcance, ni para pagar la mensualidad ni para que los maestros tengan un sueldo digno que evite que abandonen las aulas.
“Los colegios públicos están muy politizados, no se hace hincapié en los conocimientos sino que todo gira en torno a una ideología política. Yo no quiero esa educación para mi hijo y por eso hago todo el sacrificio para poder mantenerlo en un colegio privado, Tampoco quiero que el Gobierno intervenga el colegio o lo expropie que es el peligro que trae una denuncia, porque ellos van a tomar el plantel, no para defender los derechos de los niños y los padres sino para aprovecharse de instalaciones que los colegios públicos no tienen”, apuntó otra representante, María Luisa Giménez.
En otro plantel de mayor capacidad, también del Paraíso, el monto mensual pasó de Bs. 50.000 a Bs.112.800 por todo el día e incluye natación y gimnasia.
2019-05-19
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