EFE
Tania Clarence, acusada de matar en su casa de Londres a tres de sus hijos, que sufrían una discapacidad, permanecerá en prisión preventiva hasta su próxima comparecencia judicial el 29 de abril, dispuso hoy el tribunal londinense de Wimbledon.
La sospechosa, de 42 años, rompió a llorar al personarse ante la jueza en una breve vista para confirmar su identidad, al igual que también lo hizo su esposo, Gary Clarence, de 43, que presenció la sesión desde la galería del público.
Vestida con un jersey gris encima de una camiseta blanca, la acusada presentaba una apariencia de fragilidad y su voz se quebró al dejar constancia de su nombre, edad y domicilio, antes de que la magistrada, Fiona Abbott, dispusiera la fecha de la próxima audiencia.
Clarence deberá comparecer el 29 de abril ante el tribunal penal londinense de Old Bailey para que se evalúe su petición de libertad condicional mientras que el juicio se empezará a preparar en otra sesión preliminar el 9 de mayo.
Su marido, un banquero de Investec, apareció en el tribunal vestido con traje negro y camisa blanca y acompañado de allegados, con los que se abrazó al principio de la sesión.
Tania Clarence está acusada de haber matado entre el 20 y el 23 de abril a su hija Olivia de 4 años y a sus gemelos Max y Ben, de 3 años, que sufrían atrofia muscular espinal, una enfermedad congénita incurable que limita la movilidad.
La hija de 8 años del matrimonio, originario de Sudáfrica, estaba con su padre de viaje en ese país para visitar a los familiares de éste cuando ocurrió el suceso.
Los cadáveres de los pequeños fueron descubiertos el martes por la noche en la vivienda de cinco habitaciones de la pareja en el acomodado barrio de New Malden, en el suroeste de Londres, que había sido habilitada para atender las necesidades de los niños.
La madre fue detenida poco después y posteriormente imputada del triple asesinato.
Gary Clarence, padre de los cuatro niños y alto directivo del banco Investec en la City londinense, calificó el suceso, del que tuvo conocimiento cuando estaba en Suráfrica, como "una tragedia extrema" con serias consecuencias.
El banco Investec emitió un comunicado tras divulgarse el hallazgo de los cadáveres en el que sostiene que "Gary Clarence es un colega apreciado" que ha trabajado en la entidad "durante muchos años".
"Desconocemos los hechos en estos momentos, pero nuestros pensamientos están con la familia Clarence", manifestó el banco, que hace "todo lo posible para ayudar a Gary y a su hija mayor".