Redacción 2001
¿Puede existir un país donde la policía sea feliz? Aunque no lo crea, sí. Este es el caso de Islandia, donde sus agentes manejaban una cuenta en Instagram, en la cual publicaban fotos de los turistas con la finalidad de demostrar cómo era ser policía en el país más seguro del mundo.
“Llevo 21 años de servicio y a lo más he usado gas pimienta tres veces y la porra como máximo cinco”, cuenta Johann Karl Torisson, un policía de alto rango durante una entrevista de Esquire.
La experiencia más asombrosa la pasó en el 2008, cuando la crisis económica trajo la bancarrota a Islandia y la gente tomó las calles: “De pronto los manifestantes se calmaron y comenzaron a darles flores a los policías e introducirlas en sus escudos”
Desde la creación del cuerpo policial, en 1778, solo han matado a una persona. El hecho se registró el año pasado, cuando un sujeto comenzó a disparar indiscriminadamente con un fusil de caza desde su apartamento.
Torrison no cree que trabajar como policía sea fácil en Islandia. Lo que pasa, según su perspectiva, es que con una población de 320.000 habitantes el índice de crímenes es menor. Desde el 2000, se han registrado solo 26 asesinatos en Islandia.
¿Robo de automóviles?
En este país, el robo de automóviles solo se ve en el cine. Lo que hay es “préstamo ilegal”: "La gente toma los carros ajenos para dar un paseo, robar algo o ir con urgencia a un lugar. Después de eso, lo dejan en una calle estacionado y la policía se encarga de devolverlo a su dueño".
En Islandia, solo hay seis prisiones, donde se reparten los 400 presos. Los delitos son económicos básicamente. Cuatro de seis prisiones se llenan por esta tipificación. Las cárceles están abiertas para que los presos salgan por unas horas al día, cocinen sus comidas y cultiven verduras en el huerto.
Allí la consigna es una sola “La policía está para rescatarte, no para que le temas”.