Estudiantes de la ciudad de Rotterdam están a cargo de un proyecto llamado Fruitleather Rotterdam (Piel de fruta de Rotterdam). El trabajo consiste en construir con los desechos de las frutas bolsos y carteras.
La idea surgió ante la necesidad de lidiar con la problemática producida por los desechos de los alimentos. Los alumnos explicaron que el proceso consiste en recolectar los desechos de las frutas, deshacerse de las semillas y los restos de fruta, cortar y hacer pure las conchas y llevarlos a un punto de ebullición para evitar el proceso de descomposición.
Posteriormente, el puré se deja secar para obtener un material similar a la piel y con él se diseñan los bolsos. El material es muy similar al del cuero, pero aún continúa en estudio para evaluar su resistencia y durabilidad.
2015-09-11