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Sara Morán nunca pensó que llegaría a albergar 70 perros en su casa de Lima (Perú) y que su vida cambiaría para siempre tras auxiliar a un perro atropellado y casi moribundo en 2007.
Todos los "canes" rescatados por esta peruana pertenecen a ese número indeterminado de perros anónimos que sobreviven a diario en las calles de Lima comiendo de los montones de basura y mueren abandonados en medio de una calle sin que nadie los llore.
Lo más difícil es conseguir alimento para las decenas de bocas durante los 365 días del año. Ella no se desanima y algunos interesados le apoyan con comida y pañales para los perros lastimados.
Pero Morán no solo les procura comida, también diversión.
En la temporada de invierno en el Pacífico Sur, cuando peruanos y extranjeros no van a la playa, ella y los perros corren por la arena durante algunas horas de la mañana. Incluso los perros lisiados les ladran a las olas y al cielo gris de Lima.
Fotos: AP
2017-06-22