Si me dieran un euro por cada vez que alguien me ha dicho “de lo que se come, se cría” cada vez que mordisqueaba un plátano o mojaba pan en la yema de un huevo frito, ahora tendría una fortuna parecida a la deCarlos Slim. Ese dicho tan castizo, del que hemos abusado a la hora de hacer símiles fálicos, también tiene vigencia fuera de nuestras fronteras, más concretamente en China.
Allí, Xiao Shan, chef de una popular cadena de restaurantes, se ha hecho célebre por la receta de un plato hecho a base de sangre, penes y testículos de animales. ¡Ahí lo lleváis, amigos chinos, de lo que se come se cría! Xiao utiliza los órganos sexuales masculinos de burros, borregos, perros, serpientes, ciervos y toros y asegura que “la textura y el sabor son muy buenos. Además, es un plato muy saludable”. El cocinero, va más allá y se vanagloria de que lleva cocinando con esta materia prima ¡desde que tenía 13 años! ¿De dónde saca los ingredientes? ¿En qué mataderos comercian con penes y testículos?
Ante el revuelo que se ha formado ante esta delicatessen, la gerente de una de las sucursales del restaurante, Yanzhi Li, ha salido en apoyo de su chef. Asegura que es una comida bastante popular entre los hombres de negocio y los funcionarios del gobierno que acuden a su restaurante y, más aún, considera que “comer pene y testículos mejora la salud de los hombres, los hace más fuertes y les ayuda a tener una vida sexual maravillosa”. Y lo dice así, sin el menor titubeo, como si fuera una experta en nutrición.
Si les gustan las criadillas -a mí me dan cierto repelús-, tenéis pocas excusas para no organizar un viaje relámpago al país de la inmensa muralla y deleitaros con los testículos de animales varios. Además, si andáis un poco pachuchos o atravesáis una época de poco apetito sexual (¿hay hombres con poco apetito sexual?), allí reactivarán vuestra libido con pene de burro a la plancha. ¡Ñam! / 20 Minutos
2013-10-07