La ciudad de Roma y la Curia reaccionaron con conmoción y sorpresa a la decisión anunciada hoy por Benedicto XVI de renunciar al Pontificado al considerar que le faltan fuerzas para continuar en su cargo.
"Como un trueno en el cielo sereno ha resonado en esta aula su conmovedor mensaje", fueron las primeras palabras del cardenal decano Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), tras conocer la decisión del papa.
Benedicto XVI anunció que renunciaba a su cargo el próximo 28 de febrero durante un Consistorio – reunión de cardenales – para elegir las fechas de la canonización de tres nuevos santos.
"Hemos escuchado sus palabras con un sentido de desconcierto y casi del todo incrédulos", añadía el mensaje de Bagnasco que interpretaba el sentir de todos los cardenales.
Además de la conmoción, en la Plaza de San Pedro, donde se da cita el mundo católico, reina la incredulidad entre los turistas y fieles ante la noticia de la renuncia del papa alemán, de 85 años.
"No puede ser verdad. Y ¿Por qué? ¿Está enfermo?", preguntó uno de los visitantes en la plaza.
En las calles de Roma y sobre todo en el barrio romano de Borgo Pio, adyacente al Vaticano, se recuerda la historia de Celestino V.
Y es que a Benedicto XVI ya se le compara con este pontífice, Pietro Angeleri de Murrone, quien fue elegido tras un cónclave que duró dos años ya que los cardenales no se ponían de acuerdo.
El papado de Celestino V, que pasó a la historia como el pontífice del "gran rechazo", duró del 29 de agosto al 13 de diciembre de 1294, hasta que, agobiado por el peso del cargo, se retiró a una vida de ermitaño.
El filósofo y exalcalde de Venecia Massimo Cacciari ha calificado de "sorprendente novedad" la decisión de Benedicto XVI, pero lo consideró "inevitable" sobre todo cuando se añaden "los problemas de salud" y la decisión es "madura".
Por su parte, el jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano, de 87 años, quien ha coincidido en innumerables ocasiones con el Pontífice, la describió como "muy valiente" y recordó que el cargo "requiere un esfuerzo extraordinario".
El presidente de la Comunidad judía de Roma, con la que Benedicto XVI mantuvo una importante y cordial relación, Riccardo Pacifici, expresó su "cariño y respeto" ante una decisión que calificó de "dolorosa y responsable". EFE