Seis aficionados fueron sancionados hoy con cinco años de prohibición de entrar en los estadios de fútbol después del incidente de racismo ocurrido en el amistoso que el Milán jugó la semana pasada en el campo del equipo Pro Patria de la cuarta división italiana.
Entre los seis hombres sancionados figura un político local del partido regional Liga Norte, quien sin embargo negó un trasfondo racista.
El asesor de la comunidad Corbetta para cuestiones de Juventud y Deporte explicó que se abucheó principalmente al capitán del Milán Massimo Ambrosini y en menor medida al jugador negro Kevin-Prince Boateng, según declaraciones que publica hoy la "Gazzetta dello Sport".
El joven político de 21 años de todas formas puso ayer su cargo a disposición del alcalde.
Boateng abandonó enfadado el campo a los 26 minutos porque los aficionados locales le abucheaban al igual que a los demás jugadores negros del Milan.
Fue la primera vez que se suspendió un partido de fútbol en Italia por racismo. La decisión del árbitro fue elogiada tanto en el país como en el extranjero.
El presidente de la Federacion Italiana de Fútbol, Giancarlo Abete, celebró la rápida condena de los perturbadores identificados por imágenes de video.
"Confío en que vengan aún millares de suspensiones por cinco años", exigió el jefe de la Federación. Abete había solicitado para hoy una reunión en Roma con el jefe de policía italiana, Antonio Manganelli y la ministra del Interior Annamaria Cancellieri para deliberar sobre cómo combatir el racismo en el fútbol. /DPA