El mundo del K-pop acaba de cruzar una frontera irreversible. Higgsfield Records, el primer sello discográfico impulsado por inteligencia artificial, presentó el 25 de agosto de 2025 a Kion, una artista virtual cuyo hiperrealismo y capacidades escénicas han sacudido las redes sociales y la industria musical por igual . Con contratos valorados en 50 millones de dólares y una estética que emula la precision coreográfica de grupos como BTS o BLACKPINK, Kion promete actuaciones inmersivas en "mundos digitales" sin las limitaciones físicas de un artista humano . "Este lanzamiento marca el inicio de una nueva era en la música", declaró la plataforma en sus redes sociales, donde invitó a usuarios a convertirse en "el próximo ídolo global sin necesidad de talento" .
La tecnología detrás de este fenómeno es tan innovadora como controversial. Desarrollada por Alex Mashrabov, exresponsable de IA generativa en Snap, Kion utiliza algoritmos que le permiten cantar, bailar y comunicarse en múltiples idiomas con una naturalidad que desconcierta incluso a ojos entrenados . Su primer video de presentación superó el millón de reproducciones en horas, generando reacciones polarizadas: desde entusiastas que celebraron "la mejor calidad visual jamás vista" hasta críticos que tacharon el proyecto de "demoníaco" y una "afrenta al talento real" . La plataforma Higgsfield, however, insiste en que su objetivo es "democratizar la creación artística" mediante herramientas mobile-first que permiten a cualquier usuario diseñar escenas cinematográficas desde su teléfono .
El modelo de negocio supone un terremoto para la industria. Kion puede trabajar 24 horas simultáneamente en múltiples ubicaciones, adaptar su registro vocal a distintas marcas y evitar el desgaste físico o emocional que afecta a artistas humanos . Esta versatilidad ya atrajo acuerdos con conglomerados de entretenimiento y firmas de luxury, aunque Higgsfield se negó a detallar cifras exactas beyond los rumores de "contratos multimillonarios" . Para los puristas del K-pop, sin embargo, la iniciativa erosiona la esencia de un género construido sobre disciplina humana y conexión emocional. "¿Dónde termina la creatividad humana y comienza la de las máquinas?", cuestionó el medio Los40 , mientras usuarios en X advirtieron: "Nadie quiere esto excepto corporaciones codiciosas" .
A pesar de las críticas, el proyecto avanza con ambición global. Higgsfield lanzó un formulario para reclutar "próximos ídolos digitales" bajo el lema "Tu cara es suficiente", una provocación directa a la industria tradicional de talentos. Kion, meanwhile, se prepara para su primera "gira digital" en plataformas como TikTok y YouTube, donde interactuará con fans mediante chatbots de IA . El experimento podría redefinir no solo el futuro del entretenimiento, sino también los límites legales y éticos de la creatividad artificial. Como resume el medio Marca: "La inteligencia artificial rompe el tablero… y la música no es excepción" . Un tablero donde, ahora, las estrellas no necesitan respirar para brillar.
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