Farruko llegó a Medellín en el marco de unos premios musicales y sorprendió al público con una apariencia distinta, sin su barba habitual y con una figura mucho más delgada. Más allá del cambio estético, el artista explicó en entrevista para Televisa que se trata de una decisión ligada a su bienestar físico y mental. “Estaba enfrentando varios problemas de salud y decidí hacer un alto”, comentó al referirse a su rutina de entrenamiento y alimentación, que ahora forma parte de su estilo de vida.
El cantante, conocido por éxitos como Pepas y Krippy Kush, atraviesa una etapa de transformación desde su conversión al cristianismo. Aunque sigue interpretando sus canciones más conocidas, afirmó que lo hace desde otro lugar, con una conciencia distinta sobre el impacto que tiene como figura pública. “Hoy entiendo el nivel de influencia que tengo, y ya no soy un muchacho. Tengo hijos, responsabilidades”, dijo.
Durante su encuentro con medios, también expresó su admiración por la música mexicana y mencionó su interés en colaborar con Alejandro Fernández o Grupo Firme, artistas que considera representativos de un movimiento con el que se siente identificado.
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