Durante más de cinco décadas, Robert Redford fue mucho más que un rostro atractivo: fue el galán que combinaba talento, carisma y estilo, dejando huella en Hollywood. Desde sus primeros roles hasta su etapa como director y ganador de premios, su sex appeal evolucionó, pero nunca desapareció.
El sex appeal que trasciende generaciones
Robert Redford no solo fue considerado el hombre más sexy de Hollywood en los años 60 y 70; su atractivo evolucionó con él: desde el galán juvenil y rebelde, al romántico sofisticado, hasta el héroe maduro y elegante de sus últimos años. Combinando talento, estilo y carisma, Redford se convirtió en un símbolo de elegancia y magnetismo eterno, que sigue inspirando a actores, cineastas y fanáticos de todas las edades.
Pero si físico no fue su único auge, también sus actuaciones dieron mucho de que hablar y aunque su primera película fue en el 67, fue la del 69 que le dio mayor éxito.
“Dos hombres y un destino”: el vaquero rebelde que hizo suspirar a todos
En Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), Redford interpretó a Sundance Kid, un bandido elegante y audaz. Con Paul Newman a su lado, su mirada pícara y sonrisa despreocupada lo convirtieron en un ícono de juventud y aventura. Por esta época, Redford también recibió el BAFTA al Mejor Actor consolidando su talento y atractivo.
“El golpe”: ingenio y encanto combinados
En The Sting (1973), interpretó a Johnny Hooker, un estafador joven y carismático. Su actuación le valió nominación al Oscar y reafirmó que su atractivo no era solo físico: era la mezcla de talento, estilo y presencia escénica la que lo hacía irresistible.
“Tal como éramos”: romance y sensibilidad
Redford compartió pantalla con Barbra Streisand en The Way We Were (1973). Aquí su sex appeal se mostraba a través de la ternura y la sofisticación, combinando romanticismo y profundidad emocional, un estilo que marcó los 70 y lo consolidó como el galán intelectual y romántico de la época.
Época de suspenso y acción: inteligencia y magnetismo
En thrillers como Los tres días del cóndor (1975) y dramas políticos como Todos los hombres del presidente (1976), Redford proyectó un atractivo diferente, elegante y astuto. Su rol en All the President’s Men incluso le valió una nominación al Emmy años después en All the President’s Men Revisited (2013), demostrando que su talento trascendía generaciones.
Memorias de África: el aventurero libre y encantador
En Out of Africa (1985), Redford brilló como Denys Finch Hatton. Su aire de hombre libre, romántico y sofisticado conquistó a la audiencia global, reafirmando que su sex appeal también podía ser silencioso, elegante y profundamente atractivo.
Propuesta indecente: sofisticación madura
En los 90, con Indecent Proposal (1993), Redford mostró un sex appeal más maduro: seguridad, elegancia y magnetismo adulto que lo hizo objeto de admiración mundial. Su presencia en pantalla demostraba que la atracción no envejece, solo se transforma.
Cuando todo está perdido y The Old Man & the Gun: magnetismo en la madurez
En su etapa final como actor, Redford demostró que su sex appeal seguía intacto. En All Is Lost (2013) era el héroe solitario, fuerte y resiliente; en The Old Man & the Gun (2018) el ladrón encantador que robaba bancos y corazones. Además, fue nominado a los Globos de Oro por ambas películas, consolidando que incluso en la madurez seguía siendo irresistible.
Un galán premiado y un director aclamado
Como director, Redford también dejó huella. Su debut con Gente corriente (Ordinary People, 1980) le valió el Oscar a Mejor Director, y luego destacó con Quiz Show: El dilema (1994), El hombre que susurraba a los caballos (1998) y otros. Ganó Globos de Oro, premios del Sindicato de Directores de América y un Oscar honorífico en 2002, demostrando que su talento no se limitaba a actuar: podía crear historias profundas y emotivas desde la dirección.
Visita nuestra sección de Farándula
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube
