El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi prevé declarar el próximo viernes en el juicio en apelación por el caso Mediaset, en el que en primera instancia fue condenado el pasado octubre a 4 años de cárcel por un delito de fraude fiscal en la compraventa de derechos de películas.
Según informaron hoy sus abogados, el político conservador, líder de la segunda coalición más votada en las elecciones generales de Italia del domingo y lunes, pretende, salvo imprevistos de última hora, personarse en el Tribunal de Apelación de Milán (norte) que lleva el caso.
Su intención es ofrecer una declaración voluntaria antes de la requisitoria que está previsto que formule la fiscal que lleva el caso, Laura Bertolè Viale, en la que puede solicitar que se confirme la pena de 4 años de prisión contra Berlusconi, de la que, en virtud de la ley sobre indultos 241 de 2006, se dictó en primera instancia una condonación de tres años.
Tras esa requisitoria, el turno de palabra en el proceso de apelación, que comenzó el pasado 18 de enero, le corresponderá a la abogada Gabriella Vanadia, letrada de la Agencia Tributaria italiana, personada como parte civil en el proceso, y más tarde a los abogados de los imputados, algo que se espera ya en las audiencias siguientes.
Berlusconi, cuya condena no se hará efectiva hasta que no llegue a ser en firme tras una posible tercera instancia, fue sentenciado además en primer grado a entre 3 y 5 años de prohibición del desempeño de distintos cargos, así como conminado a pagar de modo provisional 10 millones de euros al Fisco italiano.
En concreto, el ex primer ministro fue inhabilitado durante tres años para cargos en entidades jurídicas y empresas y se le prohibió el contacto con la administración pública durante el mismo periodo, mientras que son cuatro los años de inhabilitación en materia de asistencia tributaria y cinco en cargos públicos oficiales.
Este caso se refiere a la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de Mediaset (el grupo audiovisual de Berlusconi) entre 1994 y 1999, bajo la sospecha de un aumento artificial del precio real de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.
Los jueces que le condenaron cifraron en 17.500 millones de liras en 2000, en 6,6 millones de euros en 2001, unos 4 millones de euros en 2002 y unos 2 millones de euros en 2003 la cantidad de dinero objeto de esta "evasión muy considerable" en la que participó Berlusconi.
En este juicio, en el que la Fiscalía había pedido 3 años y 8 meses de prisión para Berlusconi, estaban también imputados el presidente de Mediaset, Fedele Confalonieri, quien quedó absuelto, y el productor estadounidense de origen egipcio Frank Agrama, considerado el "socio oculto" del ex primer ministro y condenado a 3 años de prisión (condonados por la ley 241 de 2006).
El próximo lunes, Berlusconi verá además cómo se reanuda también en Milán el juicio de primer grado por el caso Ruby, en el que está acusado de incitación a la prostitución de menores y abuso de poder.
El próximo 7 de marzo se reanudará el juicio también en primer grado del caso Unipol, en el que está imputado por un supuesto delito de participación en la violación del secreto profesional por la publicación de escuchas telefónicas de procedencia ilícita en el diario "Il Giornale", propiedad de su hermano Paolo. EFE