El Senado de Brasil aprobó este martes por unanimidad una enmienda a la Constitución para equiparar los derechos laborales de los empleados domésticos al del resto de los trabajadores.
El texto legal introduce límites a la jornada laboral de los domésticos, garantiza el pago de horas extras y vacaciones remuneradas y otorga otros derechos hasta ahora no reconocidos como una indemnización por despido improcedente.
Al igual que el resto de los trabajadores brasileños, la jornada laboral de los domésticos no podrá superar 44 horas semanales y ocho diarias, según el texto legal.
La medida beneficiará a los 6,2 millones de domésticos que trabajan en el país, en su gran mayoría mujeres, según datos de 2011 del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
En la categoría de servicio doméstico se engloban sirvientas, cocineros, amas de llaves, niñeras, lavanderas, conserjes, vigilantes, conductores, jardineros y cuidadores de ancianos, entre otros.
La mayoría de estos trabajadores cobran salarios inferiores al mínimo interprofesional (678 reales o 339 dólares mensuales) y carecen de contratos laborales.
La asociación Doméstica Legal, gremio que representa a los empleadores, considera que la nueva legislación aumentará los costes laborales y pondrá en peligro cerca de 815.000 puestos de trabajo.
En cambio, la Federación Nacional de las Trabajadoras Domésticas (Fenatrad) considera que la equiparación de derechos es una reparación a una "injusticia histórica" y descarta que pueda provocar despidos por el aumento de los costes laborales.
Por tratarse de una enmienda constitucional, el proyecto legislativo, aprobado inicialmente por la Cámara de los Diputados, tuvo que ser votado dos veces por el Senado. /EFE