La ventaja de quienes desean la destitución de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, con respecto a quienes no la quieren se redujo en 12 puntos porcentuales en el último mes, según una encuesta de la firma Datum Internacional publicada hoy, a falta de cinco semanas para la consulta popular.
El "sí" por la destitución cayó de un 57 a un 51 por ciento con respecto al anterior trabajo de Datum, mientras que el "no" subió de un 37 a un 43 por ciento. En un simulacro de votación, el "sí" ganó por un 48 contra un 42 por ciento, mientras que hubo un diez por ciento de votos en blanco o nulos.
La aprobación popular para Villarán subió entretanto de un 27 a un 37 por ciento, lo que constituye la cifra más alta para la alcaldesa izquierdista de 63 años, que ha tenido un fuerte rechazo desde que comenzó su gestión en enero de 2011, lo que sus detractores atribuyen a ineptitud y sus seguidores a una persistente campaña mediática de la derecha.
"Queremos que Lima viva unida y que nada la divida. Las encuestas son fotografías del momento pero gracias a quienes van incrementando su conciencia de que Lima tiene que estar unida", dijo Villarán tras conocer los resultados del último sondeo.
Los habitantes de Lima, poco menos de una cuarta parte de los del Perú, irán en marzo a las urnas para decidir si sacan inmediatamente del cargo a la burgomaestre o le permiten seguir hasta diciembre de 2014, cuando termina su período.
La lucha entre los defensores del "sí" y el "no" es intensa y se caracteriza por insultos y acusaciones mutuas. Aunque el proceso solo compete a Lima, genera gran atención nacional por el gran peso político de la capital.
Pese a que teóricamente el tema de la destitución es la gestión municipal, hay un claro contexto ideológico. El "sí" es apoyado por fuerzas de derechas como los partidos Solidaridad Nacional (PSN) y Aprista, así como por Fuerza Popular -del ex presidente Alberto Fujimori- aunque en este caso en forma extraoficial, mientras que por el "no" están los partidos de centro e izquierda, incluido el de la alcaldesa, Fuerza Social.
La excepción en ese cuadro es el Partido Popular Cristiano, una fuerza conservadora que es, además, la mayor oposición para Villarán dentro del Consejo pero que apoya el "no".
El pedido de revocatoria, promovido por el abogado Marco Tulio Gutiérrez, quien dice actuar a título personal aunque sus rivales aseguran que es una ficha del PSN -el partido del ex alcalde Luis Castañeda, cuya supuesta corrupción es investigada por Villarán-, incluye a 39 concejales, por lo que, sumando a la burgomaestre y a su vice, Eduardo Zegarra, los votantes tendrán que marcar 41 casilleros./DPA