Cientos de personas se concentraron hoy en la plaza Al Tahrir de Bagdad en apoyo del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y pidieron que no se responda a las demandas de las últimas protestas suníes.
Según pudo constatar Efe, varios de los participantes llegaron de las provincias de Wasit (este), Babel y Karbala (estas últimas, al sur del Bagdad) para pedir que no se anule la ley antiterrorista ni la llamada ley de Justicia y Rendición de Cuentas, que pretende impedir la vuelta de los miembros del antiguo régimen del presidente Sadam Husein (1979-2003) a la escena política.
El fin de estas dos normas es una de las peticiones presentadas desde hace semanas por los manifestantes suníes, que también insisten en la liberación de detenidos, la disolución del Parlamento y la celebración de elecciones legislativas anticipadas.
Los defensores de Al Maliki corearon consignas en contra de la liberación de las personas que hayan sido sentenciadas por su implicación en casos de terrorismo y criticaron la posible vuelta de los responsable del antiguo partido gobernante Al Baaz a la actividad política.
Durante las últimas semanas, decenas de miles de suníes se manifestaron en provincias como las de Al Anbar (oeste), Salahedín (centro), Kirkuk (norte) y Nínive (norte) para denunciar la discriminación que creen sufrir por parte del Gobierno de Al Maliki.
Por otra parte, el diputado iraquí Bahae al Arayi, de la corriente del clérigo radical chií Muqtada al Sadr, aseguró que la manifestación de hoy en Bagdad "no es espontánea, sino pagada".
Además, consideró en una rueda de prensa en el Parlamento que las protestas suníes "fueron inicialmente espontáneas y tuvieron demandas legítimas, aunque al final han sido instrumentalizadas por algunas partes", sin precisar cuáles. EFE