Organismos de socorro de Ecuador continúan este sábado las tareas de búsqueda de desaparecidos tras un corrimiento de tierra en el sur del país, tragedia que deja hasta el momento cinco víctimas mortales.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) indicó hoy que se han registrado por esta emergencia cinco cadáveres, que corresponden a cuatro trabajadores peruanos y una ecuatoriana.
No hay una cifra oficial sobre los desaparecidos, que serían al menos dos decenas según el gobernador de la provincia austral de Azuay, Humberto Cordero, quien señaló que las autoridades desconocen cuántos mineros estarían atrapados. “Según unos datos que nos proporcionaron serían unas 20 personas, pero no se considera oficial” señaló.
Toneladas de rocas y tierra cayeron sobre un campamento minero mientras los obreros descansaban. De ellos, 17 lograron salvar sus vidas, aunque heridos, y se recuperan en centros de salud de poblados cercanos.
La SNGR declaró a la zona en emergencia y dispuso la acción coordinada del ejército, policía, bomberos y otras entidades para las labores de rescate, las que han sido dificultadas por la intensa temporada invernal, que también provocó el desbordamiento de ríos y el cierre de vías secundarias.
En el último informe oficial de la SNGR se indica que las condiciones meteorológicas no favorecen la labor de los rescatistas que son 50 policías, 100 militares y personal médico y de asistencia social de apoyo.
El deslave ocurrió en el cantón Ponce Enríquez, provincia de Azuay, a 430 kilómetros de Quito, una zona de minería aurífera con alta presencia de extracción artesanal, que ocupa mano de obra de trabajadores peruanos, muchos de ellos indocumentados. /DPA
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