La ONU alertó hoy de que si la violencia armada no cesa en Siria el número de personas necesitadas de ayuda urgente para sobrevivir superará, en un corto plazo, los cuatro millones y el de los desplazados más de dos millones.
"Estamos casi a dos años del inicio del conflicto y la catastrófica crisis humanitaria se sigue profundizando. Frente a esta tragedia humana, las organizaciones estamos luchando para llegar a más gente, con más ayuda, pero la falta de acceso sigue siendo un obstáculo mayor", dijo hoy un representante del brazo humanitario de la ONU.
La asistencia suministrada por Naciones Unidas llega cada vez más a las zonas controladas por la oposición armada, mientras se intenta que más ayuda esencial pueda atravesar los frentes de combate.
"Necesitamos llegar a más gente, tanto en las zonas controladas por el Gobierno como por la oposición y, de manera muy importante, en áreas disputadas donde tienen lugar las hostilidades", comentó en Ginebra el portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke.
Una portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) sostuvo que hay áreas "cuyo control cambia constantemente", pero estimó que entre un 40 y un 45 % de las zonas en las que se consigue trabajar está en manos de grupos de la oposición.
A pesar de la persistente dificultad para acceder a los civiles atrapados en las zonas de combate, el PMA anunció que de 1,5 millones de beneficiarios en Siria en enero pretende llegar a 2,5 millones de personas en abril.
"El PMA está aumentando gradualmente su capacidad para alcanzar a 2 millones de personas en marzo y 2,5 millones de sirios en situación vulnerable en abril", declaró la portavoz, Elisabeth Byrs.
En una comunicación telefónica con Ginebra desde Damasco, la representante en Siria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Elizabeth Hoff, dijo que su mayor preocupación tiene que ver con la destrucción de los sistemas de agua y saneamiento básico, lo que hace temer por el estallido de epidemias.
Los servicios sanitarios ya han detectado un fuerte aumento de casos de hepatitis A y de leishmaniosis.
Hoff explicó que los problemas en el área de salud se multiplican cada día, con la destrucción de hospitales y la imposibilidad de hacer llegar vacunas y medicinas a los lugares donde se necesitan.
Precisó que el 55 % de los hospitales públicos han sido dañados por los combates y que incluso las pocas ambulancias que funcionan tienen problemas para circular porque estos vehículos son utilizados constantemente con fines militares tanto por las fuerzas oficiales como por los rebeldes.
Sobre el acceso a las zonas rebeldes, comentó que se ha convertido en un gran reto en vista de que "hay cientos de grupos en el terreno, no hay uno solo con el que negociar. No es fácil".
A toda esta situación se agrega el grave declive de la economía siria, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se ha contraído un 30 % en los últimos dos años, mientras que los precios de los alimentos y el combustible han aumentado un 200 % y la libra siria se ha devaluado un 80 %. EFE