El príncipe heredero de Japón, Naruhito, cumplió hoy 53 años y aprovechó la fecha para asegurar que disfruta de un "tiempo fructífero" con el emperador Akihito, ante la preocupación por la falta de comunicación entre padre e hijo.
Naruhito reveló en una rueda de prensa ofrecida con motivo de su cumpleaños que mantiene encuentros regulares con su padre con quien intercambia opiniones sobre su papel institucional y otros asuntos que no quiso detallar.
"El emperador habla sobre sus sentimientos y experiencias, algo que me sirve de inspiración", explicó Naruhito a los periodistas sobre la supuesta frialdad en la relación entre ambos.
Los medios japoneses recordaron hoy que el príncipe heredero y su hermano el príncipe Akishino visitan mensualmente al emperador para "intercambiar opiniones".
El emperador, de 79 años y en delicado estado de salud, simboliza al Estado pero no tiene ningún tipo de autoridad política en Japón.
En relación a la celebración el próximo mes de junio de su 20 aniversario de boda, Naruhito dijo que le "emociona" pensar en cómo ha pasado este tiempo y explicó que él y su esposa, la princesa Masako, se han "apoyado mutuamente" durante estos años.
Sobre el estado de salud de su esposa, en tratamiento desde hace una década debido a una depresión inducida por el estrés, el príncipe heredero rechazó la idea generalizada de que la princesa Masako tenga que cambiar de médicos, ya que los que tiene "lo están haciendo bien".
Naruhito quiso aprovechar su cumpleaños para recordar a los afectados por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 ante la cercanía del segundo aniversario de la catástrofe que devastó el noreste de Japón.
"Estoy profundamente preocupado por el hecho de que las víctimas continúen viviendo en unas condiciones tan duras", aseguró el príncipe heredero en relación a que muchos afectados siguen dos años después en alojamientos provisionales tras haber perdido su viviendas. EFE