La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se comprometió a acelerar las obras que su Gobierno viene realizando para combatir la que consideró la peor sequía sufrida en los últimos 50 años por la región Nordeste del país.
"La situación continúa muy grave en el Nordeste (…) Además de obras de infraestructura para llevar agua a la región, son necesarias acciones de emergencia muy fuertes debido a que la sequía es la mayor en los últimos 50 años y ya afectó a más de 1.415 municipios", afirmó la gobernante en su programa semanal de radio.
Rousseff aseguró que desde que asumió su mandato, en enero de 2011, han sido invertidos cerca de 32.000 millones de reales (unos 16.000 millones de dólares) en obras de infraestructura que buscarán garantizar el abastecimiento permanente de agua en la región.
Entre tales obras citó represas, canales y sistemas de abastecimiento de agua.
"El Gobierno federal no permitirá que el pueblo del Nordeste quede desamparado", aseguró la mandataria en su programa radial al reiterar que, además de las obras de infraestructura, su Administración también ejecutará medidas de emergencia por cerca de 17.000 millones de reales (unos 8.500 millones de dólares).
Los recursos, para "enfrentar de forma inmediata los efectos de la sequía", serán destinados a proteger a los agricultores, ampliar el acceso al agua, ofrecer alimentos para los rebaños, apoyar a los municipios y ampliar el crédito, según la gobernante.
El Nordeste, que engloba nueve de los 27 estados del país y poco más de la cuarta parte de la población nacional (53 millones de habitantes), es la región más pobre de Brasil y sufre regularmente de graves sequías que agravan la situación de la población local y generan migraciones.
La región es el segundo mayor colegio electoral de Brasil, con cerca de 36,7 millones de electores, y un importante fortín político de Rousseff y de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
La jefe de Estado aseguró en su programa da radio que su Gobierno otorgará a cada uno de los 1.415 municipios afectados por la sequía una excavadora mecánica, una apisonadora, un camión cisterna y un camión de carga.
Dijo igualmente que enviará 340.000 toneladas de maíz en los próximos dos meses para evitar la muerte de los rebaños.
"El Nordeste fue la región del país que más creció en los últimos años y haremos todo lo posible para evitar la pérdida de esas conquistas alcanzadas en los últimos diez años. Nuestro desafío es garantizar seguridad hídrica y seguridad productiva a la población", concluyó la presidenta. EFE