Por muchos años la parálisis ha limitado durante años la capacidad de las personas para comunicarse, dependiendo de aparatos externos para conectar con el mundo digital. Sin embargo, una nueva tecnología experimental permite el control directo mediante el pensamiento.
Esto marca un avance significativo en la interacción entre humanos y máquinas.
¿Cómo funcionará el implante con las personas con parálisis?
Rob Greiner, paralizado tras un accidente en 2022, usaba un dispositivo llamado QuadStick para interactuar con computadoras y videojuegos.
Recientemente, se convirtió en receptor de un implante cerebral experimental de Neuralink, que le permite jugar videojuegos moviendo el punto de mira solo con su mente, liberando su boca para otras acciones.
Los estudios indican que el implante utiliza una interfaz cerebro-computadora (BCI) que lee señales neuronales y las convierte en datos digitales.
Para Greiner, el uso del implante funciona como un "ratón invisible" que se maneja con la mente, lo que le brinda una experiencia más fluida y precisa en comparación con su dispositivo anterior.
De tal manera, el uso de electrodos insertados en el cerebro permite captar y traducir la actividad neuronal en comandos digitales, todo de manera inalámbrica y en tiempo real.
Neuralink colocó su implante en varios voluntarios como parte de un estudio clínico. Los resultados han mostrado que los participantes pueden controlar videojuegos con su pensamiento.
En 2024, Alex, un participante del estudio clínico de Neuralink, demostró públicamente su capacidad para jugar a Counter-Strike 2 controlando la cámara del juego solo con su pensamiento.
El relato indica que al concentrarse en una dirección específica, Alex movía la cámara del juego de manera instantánea, mostrando cómo la tecnología puede transformar la forma en que las personas interactúan con los videojuegos.
¿Cuál ha sido el avance?
El principal objetivo de las pruebas de Neuralink es evaluar la seguridad y funcionalidad del sistema en personas con parálisis severa. El implante "Link” forma parte de un estudio clínico denominado PRIME.
Noland Arbaugh, el primer paciente del proyecto, comentó que jugar con el implante era como tener un “sistema de autoapuntado en la cabeza”. Estas demostraciones, aunque todavía en fase experimental, están ampliando las posibilidades de interacción para personas que antes solo podían observar,
Cabe destacar que la tecnología tiene un gran potencial médico, permitiendo a los usuarios recuperar parte de su autonomía. Sin embargo, también plantea cuestiones éticas sobre la "privacidad cerebral", la seguridad a largo plazo y el uso de datos neuronales por empresas privadas.
Expertos en bioética advierten sobre los riesgos dado que, por primera vez, una empresa privada tiene acceso directo a las señales neuronales humanas, un ámbito que antes era completamente inaccesible para la tecnología comercial.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube
