El secretario general de la ONU, Ban ki-moon, se reunió hoy con su homólogo de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y con el representante especial de ambas organizaciones para Siria, Lajdar Brahimi.
"El secretario general discutió con Al Arabi y Brahimi maneras de ayudar a las partes a empezar un proceso político para frenar la violencia y una transición política hacia una nueva Siria", dijo la oficina del portavoz de la ONU al término de la reunión.
En un escueto comunicado, la oficina de Ban añadió que el diplomático surcoreano aprovechó ese encuentro para volver a mostrar su disposición a hacer "todo lo que esté a su alcance" para ayudar a frenar la "tragedia" en Siria.
Por último, reiteró su llamamiento al Consejo de Seguridad para que encuentren la unidad necesaria para impulsar una solución política al conflicto en ese país y apoyar los esfuerzos mediadores de Brahimi.
La reunión de Ban con Al Arabi y Brahimi en Nueva York tiene lugar después de que los últimos días se intensificaran los rumores y especulaciones que apuntaban a una posible dimisión del representante especial.
Sin embargo, Brahimi aseguró la semana pasada ante la prensa, después de reunirse con Ban, que "de momento" no tiene intención de presentar su renuncia, y también negó que tenga discrepancias con la Liga Árabe.
Entre otros argumentos para dimitir, se barajaba que Brahimi estaba disconforme con la decisión de la Liga Árabe de reconocer a los líderes opositores como representantes legítimos del pueblo sirio, lo cual dificultaba su trabajo de mediación.
Antes de la reunión de hoy con Brahimi y Al Arabi, el secretario general mantuvo un encuentro con su homólogo de la Liga Árabe, tras el cual exigieron frenar el suministro de armas a todas las partes en Siria.
"Más armas solo significarían más muertes y destrucción", dijeron en un comunicado conjunto, después de expresar su "creciente preocupación" por el deterioro de la situación en Siria tras más de dos años de conflicto.
Ban y Al Arabi se pronunciaron así después de que este fin de semana, durante la Conferencia de Amigos de Siria, celebrada en Estambul, los rebeldes insistieran en solicitar más ayuda militar a los países occidentales.
Por otro lado, tras destacar la "devastadora" crisis humanitaria en Siria, donde un tercio de la población necesita ayuda urgente, reiteraron su llamamiento a la comunidad de donantes para apoyar los esfuerzos humanitarios de Naciones Unidas en ese país.
Siria vive desde hace más de dos años una situación de guerra civil que ha dejado más de 70.000 personas, además de millones de desplazados internos y refugiados, según datos de la ONU, que cifra en 6,8 millones el número de personas que necesitan asistencia. /EFE