EFE
Seis arzobispos de Brasil, España, Chile, Argentina, Haití y Nicaragua fueron investidos hoy por el papa Francisco para ingresar en el Colegio Cardenalicio, cuyos miembros menores de 80 años eligen a un nuevo pontífice en el caso de que el anterior muera o renuncie al papado.
En la tradicional ceremonia del Consistorio público, Francisco impuso la birreta cardenalicia a Dom Orani Tempesta, Fernando Sebastián, Ricardo Ezzati, Mario Aurelio Poli, Chibly Langlois y Leopoldo José Brenes.
En total, seis de los 19 nuevos purpurados son de habla hispana o proceden de Latinoamérica, con lo que el papa argentino equilibra la balanza a favor de su continente de origen, el lugar donde más católicos se concentran en el mundo.
El brasileño Dom Orani Tempesta es arzobispo de Río de Janeiro desde 2009, fue uno de los principales organizadores de la pasada Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar en la ciudad carioca el pasado año y pertenece a la orden de los Cistercienses.
Orani Tempesta es conocido por su cercanía a los más pobres, de hecho la noticia de su designación como nuevo cardenal le llegó tras dar una misa en la Cruzada San Sebastiao, un deprimido complejo de viviendas de interés social de la gran urbe brasileña.
Nacido en Sao José do Rio Pardo en 1950, fue ordenado sacerdote en 1974 y ha sido obispo de su diócesis natal y arzobispo de Belém do Pará, entre otros cargos.
Fernando Sebastián es arzobispo emérito de la diócesis de Pamplona y Tudela (Navarra, España), a la que renunció en 2007 por motivos de edad, tal y como recoge el Derecho Canónico.
Nacido en Calatayud (Zaragoza, España) en 1929, ingresó en los Misioneros Claretianos de Vic en 1945 y se especializó en Teología por diferentes universidades europeas.
En la actualidad, el nuevo cardenal español se dedica a la docencia en Málaga (sur de España) y a la Fundación Pablo VI, de la que es presidente.
También comenta la actualidad a través de sus "Cartas desde la Fe", la última de ellas publicada el pasado 29 de enero, en la que defendía que "para el católico, ley del aborto, ninguna" y ha publicado además hasta la fecha trece libros, el más destacado "La conciencia cristiana ante el terrorismo de ETA".
El arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, es un salesiano de origen italiano y amigo personal del papa Francisco.
Nacido en Vicenza, Ezzati fue ordenado sacerdote en 1970, once años después de haber llegado a Chile y es arzobispo de la diócesis de la capital desde 2011.
Además de sus diversos cargos eclesiásticos, el prelado ítalo-chileno ha sido mediador en 2010 en un litigio entre el Gobierno chileno y los mapuches.
Sin embargo, las víctimas del padre sacerdote Fernando Karadima, acusado de abusos sexuales, acusaron a Ezzati de "encubridor".
Mario Aurelio Poli es el sucesor del papa Francisco al frente de la archidiócesis de Buenos Aires y ocupa el cargo de arzobispo desde abril del pasado año.
Natural de la capital argentina y nacido en 1947, Poli fue ordenado sacerdote en 1978, estudió Filosofía y Teología y ha desempeñado diversos cargos eclesiásticos.
En mayo de 2013 fue también nombrado Ordinario para los fieles católicos de ritos orientales residentes en Argentina.
El arzobispo de Les Cayes, Chibly Langlois, a sus 55 años, es el primer clérigo haitiano en ser nombrado purpurado.
Nacido en La Vallée de Jacmel, al sudeste del pequeño país caribeño, Langlois fue ordenado sacerdote en 1991 y es el actual presidente de la Conferencia Episcopal de Haití.
El nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano, de 64 años, es arzobispo de Managua desde el año 2005.
Se ordenó sacerdote en 1974 y, a pesar de haber ocupado altos cargos, es conocido por su imagen de "pastor humilde" al que se le puede ver por las calles de la capital nicaragüense conduciendo su propia camioneta para sus quehaceres diarios.
Él representa la "Iglesia pobre para los pobres" que exige Francisco y que a partir de hoy contará con una representación más nutrida del Sur. EFE