La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, afirmó que no tolerará "la extorsión de nadie", horas después de una sorpresiva huelga de trabajadores ferroviarios que dejó a un millón de pasajeros sin servicio.
La mandataria señaló que algunas "voces de sindicalistas que se arrogan los derechos que han conseguido los afiliados" en esta década, "son los mismos de hace 20 años cuando el pueblo se moría de hambre y no pasaba nada".
"Nadie más que nosotros ha luchado por recuperar el poder de los trabajadores sindicalmente organizados", aseveró.
"Soportamos las presiones más terribles que puede soportar un gobernante cuando Néstor (Kirchner) con otros compañeros en Mar del Plata le dijeron no al ALCA y también cuando le dijimos que no al Fondo (Monetario Internacional)", aseguró Fernández de Kirchner en un acto en la patagónica ciudad de San Carlos de Bariloche.
La jefa de Estado argentina asistió a la inauguración de un laboratorio en el renombrado Instituto Balseiro, centro de formación de científicos, antes de viajar a la reunión de presidentes en la ciudad boliviana de Cochabamba para "desagraviar al compañero Evo Morales, a los pueblos originarios de esta verdadera afrenta y humillación".
Se refirió así al incidente que vivió Morales en la madrugada del miércoles en el aeropuerto de Viena, donde debió aterrizar en su regreso desde Rusia cuando varios países europeos le denegaron el acceso a su espacio aéreo ante la sospecha de que trasladaba en su avión al informante estadounidense Edward Snowden.
"Como hace cinco siglos quisieron someternos una vez más a humillación y vasallaje", subrayó la mandataria./DPA
Jueves 4/07/2013