La Unión Europea está usando las muertes en naufragios de personas que escapan a Europa como pretexto para incrementar los controles fronterizos contra inmigrantes indeseados, dijo un grupo defensor de los derechos humanos.
Human Rights Watch dijo que la muerte de centenares de migrantes en el Mediterráneo este mes debería hacer que la UE cambiase el curso de su política hacia las personas que escapan de la guerra y la pobreza.
Líderes del bloque de 28 países van a discutir cómo evitar desastres marítimos en el futuro en una reunión el viernes en Bruselas.
"Aunque las presentan como si se tratara de salvar vidas, muchas de las propuestas políticas reflejan el interés de la Unión Europea de prevenir salidas y prohibir entradas", dijo Human Rights Watch en una declaración.
El grupo con sede en Nueva York llamó a la UE a incrementar sus patrullas marítimas y desalentar cruces clandestinos por contrabandistas garantizando que todo aquel recogido en el mar sea llevado a un puerto europeo.
De acuerdo con el grupo, un estimado de 35.000 personas han cruzado desde el norte de África a Italia y Malta solamente este año, muchas de ellas escapando de guerras y hostigamiento en Somalia, Eritrea y Etiopía. Al menos 500 han muerto, incluyendo 365 que se ahogaron el 3 de octubre cuando el barco en que viajaban naufragó ante la costa de la isla italiana de Lampedusa en viaje desde Libia.
En mayo, la UE creó una fuerza especial de 30 millones de euros (41 millones de dólares) para entrenar a los guardias fronterizos libios para que controlen mejor sus vastas fronteras en zonas desérticas. Pero los gobiernos europeos se han mostrado renuentes a proveer más formas de ingresar legalmente al bloque, como demandan activistas de derechos.
Una regla de la UE que ha causado fricciones estipula que los refugiados tienen que solicitar asilo en la primera nación a la que ingresen. Eso crea presiones particulares sobre Italia, Grecia y Malta.
Human Rights Watch acusó a países del norte de Europa como Alemania de obstaculizar cualquier reforma sustancial a las reglas que permiten a Berlín rechazar a refugiados que arriban de otros estados de la UE. Miles de refugiados han hecho el viaje desde Italia a Alemania en meses recientes, y muchos de ellos han ocultado su puerto inicial de entrada para evitar deportación.
Un funcionario del gobierno alemán insistió en que no habría cambios de las reglas, pese a recientes protestas y huelgas de hambre de refugiados en varias ciudades del país.
"Nosotros tratamos muy bien a los refugiados aquí. Aceptamos a muchos de ellos", le dijo el portavoz Georg Streiter a reporteros en Berlín./ap