Estados Unidos aseguró hoy estar "profundamente preocupado" por la violencia contra la comunidad armenia en la ciudad de Kesab, en el noroeste de Siria, y pidió respeto a la población civil y sus lugares de oración.
"Estamos profundamente preocupados por la reciente lucha y violencia que está poniendo en peligro a la comunidad armenia en Kesab", afirmó hoy en rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf.
"Hay demasiados civiles inocentes que están sufriendo como resultado de la guerra", subrayó Harf, quien pidió que se proteja "a todos los civiles y sus lugares de oración".
EE.UU. ha condenado en numerosas ocasiones las amenazas contra los cristianos y otras minorías en Siria.
Harf recordó hoy que ese fue uno de los temas que salió a colación durante el encuentro ayer en Roma del presidente estadounidense Barack Obama con el papa Francisco.
Por su parte, la ONU aseguró hoy que Siria está incumpliendo las exigencias de acceso humanitario fijadas hace poco más de un mes por el Consejo de Seguridad, lo que ha llevado a las potencias occidentales a comenzar a discutir posibles medidas en respuesta.
La subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, aseguró que en las últimas semanas la situación para la población siria "ha empeorado" y han continuado produciéndose violaciones de la ley humanitaria, incluidas trabas "arbitrarias e injustificadas" a la ayuda para los civiles.
EFE