2001.com.ve | EFE
Estados Unidos se quedará el viernes sin su máximo encargado para Corea del Norte con la marcha del veterano Joseph Yun, en un momento en el que sigue sin embajador en Corea del Sur tras la nominación frustrada de Victor Cha.
Yun, de 63 años y con 34 de carrera en el servicio exterior estadounidense, se retira por "decisión personal", explicó hoy la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
La vocera aseguró además que son "erróneas" informaciones como la del Washington Post sobre que la marcha de Yun es una prueba más del malestar generalizado entre los diplomáticos por su pérdida de poder con la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca.
La portavoz también rechazó que la salida de Yun ponga en peligro la gestión de la crisis con Corea del Norte y, aunque evitó confirmar si se le reemplazará, subrayó que hay otros expertos en esta materia que pueden hacer su trabajo por el momento.
"El Departamento de Estado tiene 75.000 personas que trabajan alrededor del mundo. Insinuar que el embajador Yun es el único que es capaz de manejar (el tema de) Corea del Norte sería simplemente equivocado. Tenemos un banquillo profundo de gente con mucha experiencia", afirmó Nauert.
Entre ellos, señaló a la subsecretaria adjunta interina Susan Thornton, nominada ahora para ser la subsecretaria para Asia-Pacífico.
Yun fue el enviado especial a Corea del Norte que en junio del año pasado logró la liberación del estudiante estadounidense Otto Warmbier, quien llevaba 17 meses detenido, estaba en coma y murió poco después de su regreso a EE.UU.
La marcha de este veterano diplomático deja a Washington sin una pieza clave en la política para Corea del Norte, cuando además sigue sin haber ni embajador ni candidato nominado para Corea del Sur.
En los Juegos Olímpicos de Invierno surcoreanos fue notoria la falta de embajador estadounidense, después de que Trump decidiera no nominar al reconocido Victor Cha porque hizo público su rechazo a un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares de Corea del Norte.
La participación norcoreana en la competición deportiva ha deparado el mayor acercamiento en años entre ambos vecinos, técnicamente aún en guerra.
Seúl está convencido de que este deshielo puede servir para que Washington y Pyongyang se sienten a hablar por primera vez en más de una década.
Trump dijo este lunes estar dispuesto al diálogo con Pyongyang únicamente si se produce "bajo las condiciones adecuadas", después de que el régimen norcoreano asegurara que deja la "puerta abierta" a una conversación.
Las conversaciones a seis bandas para la desnuclearización de la península norcoreana (en las que participan las dos Coreas, EE.UU., China, Rusia y Japón) permanecen estancadas desde hace más de una década, y suponen hasta la fecha el último contacto sustancial entre Pyongyang y Washington a cuenta del programa nuclear norcoreano.
2018-02-27