El gobierno estadounidense advirtió el miércoles a varias legislaturas estatales que se abstengan de implementar iniciativas que penalicen a la ferroviaria estatal francesa SNCF por las deportaciones a campos de concentración nazis durante el Holocausto.
El Departamento de Estado indicó que ese tipo de medidas perjudicaría las conversaciones que acaban de comenzar entre Estados Unidos y Francia sobre la compensación a las víctimas de las deportaciones y sus familiares por las deportaciones realizadas en trenes de la SNCF.
Jen Psaki, portavoz del departamento, dijo que Estados Unidos y Francia esperan concluir las conversaciones lo más pronto posible y que las iniciativas en Maryland y Nueva York amenazan el diálogo iniciado hace un mes.
"Iniciativas recientes de ciertas legislaturas estatales, como Nueva York y Maryland, han comenzado a representar un obstáculo serio para alcanzar esta meta", afirmó en un comunicado. "Exhortamos firmemente a todos los interesados a evitar las acciones que socavan las conversaciones sobre compensación. Desde nuestro punto de vista, el diálogo estadounidense-francés representa la mejor forma de llegar a un acuerdo que atienda las preocupaciones expresadas por legisladores en estos estados".
Psaki dijo que la tercera ronda de negociaciones entre Estados Unidos y Francia será el 10 de abril.
"Ambas partes están procediendo con empeño y buena fe", afirmó.
El proyecto de ley en Maryland, que prohíbe a SNCF participar en el proyecto del servicio ligero de ferrocarril Purple Line a un costo de 2.200 millones de dólares, hasta que pague una compensación a las víctimas de la deportación y sus familias, se estancó en la Asamblea General anteriormente esta semana. En 2010 Maryland aprobó un proyecto de ley que exige a la SNCF dar a conocer su participación en el traslado de las víctimas del Holocausto antes que pueda postularse a los proyectos en Maryland.
SNCF transportó a unos 76.000 judíos franceses a los campos de concentración nazis, aunque expertos y activistas han puesto en tela de juicio el nivel de culpa de la compañía. La empresa ha argumentado que no tenía un control efectivo sobre sus operaciones cuando Francia estaba ocupada por los nazis.
De todas formas, la empresa ha reconocido tener culpa en Francia y ha pagado más de 6.000 millones de dólares en compensaciones, aunque sólo se aplican a ciudadanos franceses y a ciertos deportados.
AP