El autodenominado Estado Islámico (EI) ha logrado un nuevo triunfo simbólico este viernes en Irak al colocar su bandera negra sobre la sede del Gobierno provincial en Ramadi, la capital de Al Anbar.
De acuerdo con las agencias de noticias, los terroristas han hecho estallar seis coches bomba durante la madrugada para abrirse camino hasta ese recinto fortificado, en el centro de la ciudad. Es la segunda vez en menos de un mes en que intentan conquistarla. Las tropas gubernamentales han lanzado un contraataque, según la televisión estatal.
“Los hombres del EI controlan los edificios de la gobernación y la comisaría; ahora mismo hay fuertes enfrentamientos entre ellos y las fuerzas del Ejército”, así lo ha confirmado a un reconocido diario el jeque Adnan Al Muhanna, jefe de la tribu Al Bu Alwan, en conversación telefónica desde Ramadi a media tarde. Su vivienda fue una de las alcanzadas por las explosiones.
Al parecer los facinerosos utilizaron maquinaria pesada para retirar los bloques de hormigón que bloqueaban los accesos a las instalaciones de las fuerzas de seguridad, donde detonaron el primero de los vehículos.
Fuentes hospitalarias citadas por los medios locales cifran en 11 las personas muertas en esa cadena de atentados, aunque sin duda el número va a aumentar ya que, según la BBC, el EI ha cogido a 50 soldados como rehenes. El grupo anunció que el suicida que condujo uno de los coches bomba fue un británico al que identificó como Abu Musa al Britani.
2015-05-15