EFE
Los empleados del Metro de Sao Paulo dijeron que mantendrán la huelga iniciada el pasado jueves ante el fracaso de la negociación con el Gobierno para ponerle fin a la paralización que amenaza con dejar sin transporte a los aficionados que asistirán al Mundial de Fútbol, que inicia este jueves.
El sindicato que representa a los empleados del metro informó que el Gobierno regional del estado de Sao Paulo no atendió sus nuevas reivindicaciones y que no tiene como garantizar el normal funcionamiento el jueves del principal medio de transporte para acceder al estadio Arena Corinthians.
El sindicato, sin poder de negociación por la decisión de un tribunal que declaró ilegal la huelga, condicionó el fin de la paralización a que la gobernación revise su decisión de despedir "por justa causa" a 42 empleados que participaron en la huelga.
El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, descartó revisar la decisión y exigió el inmediato regreso de los empleados a sus puestos de trabajo.
"Podíamos haber llegado a un acuerdo hoy mismo si los despidos hubiesen sido negociados", afirmó el presidente del Sindicato de los Operadores del Metro, Altino Melo dos Prazeres, tras el fracaso de la reunión de tres horas con representantes de la gobernación.
El secretario de Transportes del Gobierno regional de Sao Paulo, Jurandir Fernandes, se limitó a decir al salir del encuentro que "no hubo acuerdo" y aclaró que el Gobierno despidió a 42 empleados que participaron en actos de vandalismo y está analizando el despido de otros trece.
La Gobernación había informado inicialmente sobre el despido de 60 de los empleados de la compañía.
El superintendente del Ministerio de Trabajo en Sao Paulo, Luiz Antonio de Medeiros, que actuó como intermediario en la reunión, afirmó que la dirección del Metro llegó a aceptar la recontratación de los 42 despedidos, pero fue desautorizada por el gobernador en medio de las negociaciones.
"El gobernador dijo que no para decepción general", afirmó.
Dos Prazeres negó que la huelga tenga motivaciones políticas o pretenda afectar el Mundial. "Estamos a tres días del Mundial. El sindicato no tiene la intención de perjudicar el Mundial. La huelga era por reivindicaciones laborales y ahora está centrada en los despidos", afirmó.
El gobernador justificó los despidos por actos de vandalismo promovidos por los huelguistas.
Según Alckmin, el Gobierno no anunciará nuevos despidos desde que los empleados vuelvan a sus puestos de trabajo este mismo lunes.
La amenaza del gobernador hizo efecto en parte de los empleados debido a que al final de la tarde del lunes la huelga sólo era parcial en tres de las cinco líneas de metro de la ciudad.
Pese a que el sistema abrió en la mañana la mitad de sus 65 estaciones, al final de la tarde 51 estaciones ya estaban funcionando.
Los trabajadores del metro decidieron en una asamblea el domingo mantener por tiempo indefinido la huelga, que completó cinco días, a pesar de que la decisión del Tribunal de Trabajo que la declaró ilegal y que determinó que el sindicato pague una multa de 500.000 reales (unos 222.120 dólares) diarios en caso de que mantenga la paralización.