DPA
El gobierno español está realizando gestiones a todos los niveles para conocer la situación de los periodistas españoles secuestrados en Siria e intentar que vuelvan a España. "El gobierno está implicado como lo está siempre en este tipo de situaciones", manifestó hoy el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. "Vamos a mantener una discreción absoluta en todos los demás aspectos que se refieren a este tema".
El reportero de guerra Javier Espinosa, de 49 años y el fotógrafo Ricardo García Vilanova, se encuentran secuestrados en Siria desde mediados de septiembre por un grupo afín a Al Qaeda, informó hoy el diario "El Mundo".
Espinosa es un veterano reportero del rotativo español y corresponsal para Cercano Oriente, García Vilanova es reconocido fotógrafo freelance. Con ellos ya son tres los informadores españoles secuestrados en Siria.
Al parecer ambos fueron capturados el 16 de septiembre en el puesto de control de Tal Abayad, en la provincia de Raqqa, cuando viajaban juntos hacia la frontera turca con la intención de abandonar Siria tras dos semanas informando desde allí sobre el conflicto.
Junto a ellos, cerca ya de territorio turco, fueron secuestrados cuatro combatientes de una de las brigadas del Ejército Libre de Siria (FSA) que debían darles protección. Los sirios fueron liberados 12 días después.
Por ellos supieron "El Mundo" y las familias de los secuestrados que Espinosa y García Vilanova estaban siendo tratados bien, según señalaron a dpa fuentes del diario. Posteriormente han sabido que siguen bien dentro de lo que cabe a través de contactos indirectos.
Los secuestradores de los españoles pertenecen a la organización radical Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS). Se trata de un grupo que estuvo considerado como una rama de Al Qaeda, aunque ya no atiende a las órdenes de su máximo líder, Ayman al Zawahiri, y que tiene en su poder a más extranjeros.
"El Mundo" atribuyó su "silencio informativo" durante el tiempo transcurrido desde el secuestro a los contactos indirectos mantenidos con los captores para intentar saber qué pretenden a cambio del reportero y el fotógrafo.
Periodistas de medios españoles y extranjeros sabían del secuestro, pero mantuvieron el embargo solicitado por el rotativo para no interferir negativamente. El gobierno de Rajoy, según dijo hoy el ministro de Exteriores, tampoco dijo nada por deseo expreso de las familias.
El ISIS no suele torturar a sus secuestrados, matarlos ni venderlos a otros grupos, como sí ocurre con otras organizaciones de este tipo, indicaron a dpa fuentes conocedoras del caso. Aunque hasta el momento no han revelado qué pretenden obtener por el reportero y el fotógrafo, lo que hace temer un cautiverio largo.
En un intento de lograr su liberación, uno de los activistas más reconocidos de Homs viajó hasta el área donde fueron secuestrados, pero sus esfuerzos fueron infructuosos.
El ISIS se encuentra enfrentado a casi todas las brigadas opositoras de Siria, también a las islamistas.
En un principio, según publica "El Mundo", se aseguró que solo querían investigar a los informadores para cerciorarse de que no eran espías, si bien los españoles pasaron a engrosar una larga lista de secuestrados en la zona.
El 4 de septiembre fue capturado en Siria el también español Marc Marginedas, reportero bélico de "El Periódico", según informó el rotativo unos 20 días después. Marginedas viajaba en un automóvil junto a un chófer cuando fue interceptado por combatientes yihadistas en los alrededores de la ciudad de Hama, en el oeste.
El secuestro de extranjeros llevan a muchos medios internacionales "a trabajar exclusivamente del lado del régimen para proteger la seguridad de su personal", indicó "El Mundo".
Espinosa y García Vilanova son dos de los informadores internacionales que más han visitado Siria para informar del conflicto desde el estallido del mismo, en la primavera de 2011. Siempre se centraron en las zonas más castigadas.
Espinosa sobrevivió al bombardeo del centro de prensa en Baba Amr, en febrero de 2012, en el que murieron dos informadores extranjeros, y fue incluido por el régimen de Bashar al Assad en la lista de personas non gratas.
García Vilanova, por su parte, ya tuvo problemas antes con el ISIS. Su domicilio en Alepo fue asaltado por miembros de ese grupo que se lo llevaron por la fuerza, en un incidente que según "El Mundo" no salió a la luz. En aquella ocasión fue liberado tras varios interrogatorios en los que los captores concluyeron que no era un espía.