DPA
La Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (Arap) promueve el uso de tecnologías para evitar la proliferación en aguas del Caribe panameño del venenoso pez león (Pterois antennata), que devora a otras especies marinas.
Así lo confirmaron este viernes voceros de la Arap al referirse a nuevos equipos adquiridos en colaboración con la empresa Minera Panamá, que consisten en tanques recolectores con embudos, varillas de fibra de vidrio y puntas inmovilizadoras en acero inoxidable, para atrapar al voraz pez.
La iniciativa oficial prevé la capacitación de pescadores artesanales en comunidades costeras para la captura segura de la especie, que no tiene depredadores naturales y representa una amenaza al balance en la biodiversidad marina.
El ingreso del pez león en el Caribe es atribuido a un accidente provocado en 1992 por el huracán Andrew, que destruyó acuarios en la Bahía de Biscayne, en Florida, Estados Unidos, y en algunas áreas amenaza a camarones, calamares y cardúmenes de pargo, mero y sierra.
La especie proviene del Océano Índico y es frecuentemente encontrada en zonas de arrecifes. Posee espinas dorsales y anales que inyectan una sustancia neurotóxica que causa dolor, mareo, hinchazón, fiebre, ansiedad, sangrado, convulsiones y parálisis.
Sin embargo, los biólogos apuestan por varios mecanismos de control, incluida la pesca deportiva con arpón, para evitar que se vuelva dominante y genere desequilibrios ambientales.
En julio de 2013, investigadores de la Arap organizaron una campaña para la pesca intensiva y consumo del pez león, que devora 30 pequeños peces en 30 minutos, por lo que los científicos apuestan a frenar su proliferación en aguas del Caribe.