EFE
El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Parubi, denunció hoy que la mitad de los hasta 20.000 combatientes prorrusos que se enfrentan a las fuerzas ucranianas en el sureste del país procede de la vecina Rusia.
"Según nuestros datos, hay entre 15.000 y 20.000 combatientes (rebeldes) en las regiones de Donetsk y Lugansk. Cerca de la mitad de estos guerrilleros llegaron a Ucrania desde la Federación Rusa. Entre ellos hay los así llamados guerrilleros chechenes y fuerzas de elite del Ejército de Rusia", subrayó Parubi.
El jefe del Consejo de Seguridad Nacional, cuya dimisión exigió ayer el Maidán de Kiev (movimiento popular que derrocó al presidente Víktor Yanukóvich), intentó justificar la lentitud y la aparente inoperancia de las fuerzas gubernamentales para recuperar el control de las regiones insurgentes.
Lo que más frena el avance de las tropas ucranianas, que tras dos meses de operación antiterrorista no han logrado reprimir la rebelión prorrusa, es que "ponemos todo nuestro esfuerzo en no permitir que haya muertes entre la población civil", dijo Parubi.
El político, muy cuestionado sobre todo tras la muerte el pasado sábado de 49 soldados ucranianos, argumentó que las fuerzas de Ucrania se encuentran con muchas dificultades en su avance hacia las zonas controladas por los rebeldes, como puentes y carreteras minadas o fortificaciones insurgentes bien protegidas.
A pesar de ello, la dirección ucraniana se resiste a declarar la ley marcial en las dos regiones sublevadas a mediados de abril pasado, lo que le exige incluso Batkivshina, la principal fuerza política que sustenta el pacto que gobierna el país desde el derrocamiento de Yanukóvich en febrero.
"Creemos que la declaración de la ley marcial en las regiones de Donetsk y Luganks (…) puede permitirnos defender realmente los derechos y las libertades de nuestros ciudadanos, por un lado, y, por otro, incrementar la actividad de las Fuerzas Armadas", indicó el jefe del grupo parlamentario de Batkivshina, Serguéi Sóbolev.
La declaración del estado de excepción también fue lanzada ayer desde el escenario del Maidán, en la plaza de la Independencia de Kiev, y aplaudida por miles de manifestantes que acudieron al lugar más simbólico de la revuelta contra Yanukóvich.
Miles de personas exigieron al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, mano dura con los rebeldes prorrusos y también con los responsables de la operación militar contra los insurgentes.
La muerte de 49 soldados ucranianos en Lugansk a manos de los separatistas prorrusos ha reactivado las demandas del Maidán para que los culpables de la inoperancia demostrada por las fuerzas ucranianas sean destituidos y las responsabilidades depuradas.
En la lista negra del Maidán están los ministros de Interior y Defensa, los jefes de los servicios secretos y la Guardia de Fronteras y el propio Parubi, todos ellos convocados hoy por Poroshenko a una reunión del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa.
2014-06-16