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Cuando en febrero de 2018 la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un nuevo reglamento ético adaptado a la era del movimiento feminista #MeToo (#YoSíTeCreo), que prohíbe a los diputados mantener relaciones sexuales con sus empleados, pocos imaginaban los diputados que la primera ocasión en que esa estricta normativa se aplicaría sería en el de una mujer bisexual, demócrata y de California cuyo exmarido ha difundido detalles de su vida sexual y fotografías que la muestran desnuda participando en tríos y fumando marihuana.
El escándalo de la diputada Katie Hill, dimitida el lunes, es el más atípico en la historia reciente del Capitolio y ha conmocionado al movimiento feminista, que en gran medida ha preferido guardar un prudente silencio.
El año pasado, esta política demócrata fue la primera persona abiertamente bisexual en ganar un escaño. Duró en él menos de 10 meses. Por medio se metió su separación de Kenny Heslep, con quien estuvo casada nueve años. En su demanda de divorcio, presentada hace unos días, Heslep declaró no tener ingresos y pidió una pensión a su mujer, que como diputada cobra 174.000 dólares (156.000 euros) anuales.
El divorcio no está yendo bien, y mientras este se decide en los tribunales, dos medios sensacionalistas, RedState y Daily Mail, publicaron acusaciones, no corroboradas, de que la diputada Hill tenía una aventura con un miembro de su equipo, Kenny Heslep, algo que según los nuevos códigos éticos aprobados en 2018 es motivo de destitución. Aunque Hill negó las acusaciones, su partido aceptó abrir una investigación para tomar una decisión.
Sólo entonces llegaron los verdaderos problemas para la diputada. Los dos medios que la habían acusado de engañar a su marido publicaron fotografías que la mostraban desnuda con otras mujeres y fumando marihuana. Además, dieron detalles sobre cómo durante meses mantuvo un trío con su marido y otra empleada en su equipo, Morgan Desjardins, de 24 años. Según esas informaciones, la diputada rompió con su marido y la otra mujer este verano, explicándoles que necesitaba «centrarse en su trabajo». Todos esos detalles los confirmaban unos pantallazos de mensajes de texto entre los tres miembros del trío.
Humillada, Hill dimitió el lunes, tras admitir sólo su relación con Desjardins, la tercera integrante del trío. La diputada acusó a su marido de haberse vengado de ella revelando detalles e imágenes tan íntimos. Según dijo en una carta, «ver cómo se revelan fotos privadas de momentos personales en mi contra ha sido una violación espantosa de mi intimidad. Además es ilegal, y estamos barajando las opciones legales de las que disponemos». A partir de ahora, la exdiputada se dedicará a defender a mujeres víctimas de extorsión a través de imágenes sensibles de su vida sexual.
Su salida es en realidad un golpe para el Partido Demócrata. Hill era una estrella emergente, que hace un año fue capaz de arrebatarle a los republicanos un escaño que estos habían ocupado desde 1993. El gobernador de California debe convocar ahora una elección especial, que seguramente tendrá lugar en marzo. Mientras, el escaño está vacante.