EFE
Con vestidos de lentejuelas e impecables esmóquines, los latinos favorables a Donald Trump se dieron cita este jueves en un lujoso hotel de Washington para celebrar a ritmo de flamenco, salsa y merengue la investidura del nuevo presidente de EEUU.
Quedan solo unas horas para que Trump jure su cargo y las celebraciones ya han comenzado. Lo han hecho inesperadamente entre los hispanos, uno de los grupos a los que más atacó el magnate durante la campaña presidencial.
El "Djobi Djoba" de los Gipsy Kings y el coreo de las palmas se repetía inevitable en un salón repleto y donde la música casi opacaba la incómoda pregunta de los periodistas: "¿Qué le parece que Donald Trump no haya nombrado ni siquiera a un latino para su Gobierno?".
"No estoy contenta. No voy a mentir sobre ello, no estoy contenta y la comunidad hispana no está contenta por esto, en especial los republicanos", confesó a la prensa Grace Flores-Hughes, que forma parte del Consejo Asesor Hispano de Trump.
Es la primera vez, desde la época del expresidente Ronald Reagan (1981-1989), que los latinos son excluidos de un equipo de Gobierno. Sin embargo, Flores-Hughes asegura que los miembros de esta minoría tendrán posiciones de poder dentro del futuro Gobierno.
Dice que los latinos serán los "número" dos de muchos departamentos y desvela que en el equipo de la Casa Blanca, trabajando codo a codo con Trump, habrá dos hispanos: la abogada Zina Bash y el profesor de la Universidad de Harvard Carlos E. Diaz Rosillo.
Según Flores-Hughes, los dos hispanos, asesorarán a Trump en política interna, incluidos temas de inmigración.
Sobre ese asunto, Trump también recibirá consejo del congresista republicano Raúl Labrador, quien encabeza el Consejo Asesor Hispano de Trump y esta noche presidió la Gala Latina de Investidura de manera honorífica.
"Lo que necesitamos es un programa de inmigración que funcione, eso es una de las cosas sobre las que yo estoy más entusiasmado", dijo el representante a un grupo de medios, entre ellos Efe.
La música siguió sonando y, a medida que la sala se vaciaba, las parejas ganaban espacio para sus giros sobre la pista de baile. Y mientras, de fondo, se proyectaba una colorida imagen de las casitas de La Habana Vieja.
Latinoamérica se hizo hueco casi a empujones en la Gala Latina de Investidura y se personificó en un grupo de políticos reunidos en un rincón y hablando sobre las posibilidades del libre comercio entre canapé y canapé.
El dominicano Luis Abinader y el argentino Sergio Massa, ambos excandidatos presidenciales, hablaron a Efe de su viaje a EEUU y de la reunión que mantuvieron el mismo jueves por la tarde con el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, futuro asesor de ciberseguridad de Donald Trump en la Casa Blanca.
"Hubo -dijo Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM)- muchos amigos de Latinoamérica del señor Giuliani que estuvieron presentes en la reunión, discutimos sobre cómo tener una mayor colaboración y comunicación para la ventaja de los diversos países".
A pesar de las ofensivas de Trump a México, Massa, líder del peronista Frente Renovador, expresó su deseo de que la relación entre el presidente de EEUU y Latinoamérica sea "de integración" con "buenos acuerdos comerciales" y "mecanismos que eviten que las barreras generen divisiones entre los países".
También se unió al grupo de políticos latinoamericanos, el líder del Partido de la Gente de Uruguay, Edgardo Novick, quien defendió la necesidad de crear relaciones comerciales con Estados Unidos.
"Para cuidar el trabajo de los uruguayos nos tenemos que abrir al mundo y tenemos que tratar de negociar con todos los países, no importa de qué ideología sean, de izquierdas, de derechas, capitalistas o comunistas", defendió Novick en declaraciones a Efe.
La gala, celebrada en el hotel Mandarín Oriental, se fue apagando poco a poco. Y los invitados cambiaron los cócteles de tequila y canela por unos grandes cafés que el servicio del hotel colocó a la salida del baile.
Cafeína como antídoto para la resaca y como receta para la investidura de Donald Trump, que comenzará dentro de pocas horas.
Cuando pase un minuto del mediodía (17.01 GMT), el millonario neoyorquino sucederá al demócrata Barack Obama y abrirá una nueva era, llena de incertidumbre.
2017-01-20