La OTAN no tiene previsto participar en la destrucción del arsenal químico de Siria, aunque no descarta que sus miembros puedan hacerlo a título individual, según dijo hoy el secretario general aliado, Anders Fogh-Rasmussen.
"No preveo un papel de la OTAN", explicó Rasmussen, que subrayó que puede haber aliados "que quieran y puedan contribuir" en el ejercicio.
En cualquier caso, el político danés consideró que es pronto para hablar de la implementación del acuerdo para la eliminación de las armas químicas en Siria, pues "lo primero" será conocer "el marco y la base legal" que se acuerde en Naciones Unidas.
"Yo espero ver un mandato firme que ofrezca un marco para la eliminación completa de las armas químicas sirias", indicó Rasmussen.
Una vez que eso se haya acordado, indicó, será el momento de que los países empiecen a considerar si pueden contribuir a las tareas.
Rasmussen se expresó así a preguntas de los periodistas tras reunirse con el presidente checo, Milos Zeman.
Previamente, en una conferencia celebrada hoy en Bruselas, el secretario general de la OTAN había considerado "esencial mantener sobre la mesa la opción de la intervención militar para avanzar en la solución diplomática".
"Una fuerte y creíble amenaza del uso de la fuerza facilita el proceso diplomático y facilitó en este caso el acuerdo alcanzado entre Rusia y Estados Unidos para la destrucción del arsenal químico", explicó Rasmussen.
El secretario general de la Alianza dijo que en su opinión "la opción militar debe seguir encima de la mesa" si bien señaló que "la solución a largo plazo para Siria no es militar".
El presidente sirio, Bachar Al Asad, declaró ayer que "llevará un año" destruir las armas químicas en su poder, un plazo superior al dispuesto en el acuerdo alcanzado el pasado sábado en Ginebra entre Rusia y Estados Unidos, que establece que Siria debe haber entregado todo ese arsenal antes del final de la primera mitad de 2014. EFE