El presidente ruso, Vladímir Putin, criticó hoy los métodos que utilizaron los tripulantes del rompehielos de Greenpeace "Arctic Sunrise" para protestar contra la exploración petrolera del Ártico ruso, al tiempo que calificó de "nobles" sus objetivos.
"¿Es noble lo que hacen (los ecologistas de Greenpeace)? Sí, es noble ¿Fue correcto que se encaramaran a la plataforma? No, fue incorrecto", dijo el mandatario en una reunión con escritores rusos, citado por agencias locales.
Los tripulantes del "Arctic Sunrise" están encarcelados desde hace casi dos meses, en prisión preventiva bajo el cargo de gamberrismo, por haber organizado una protesta en el mar de Bárents contra la explotación petrolera rusa allí.
Putin subrayó hoy que durante la protesta se puso en peligro la vida y la salud del personal de la plataforma Prirazlómnaya del consorcio ruso Gazprom en el mar de Bárents.
"Cuando (los activistas) suben a la plataforma crean una situación de emergencia, el operador (de Prirazlómnaya) pudo haber cometido varios errores (…) Es que (en las situaciones como aquella) se desconcentran (los operadores)", explicó.
Putin precisó que también estuvieron en la zona del asalto de la plataforma varios buzos cuya vida también corría peligro.
Señaló que los ecologistas habían ideado toda una operación: "Unos subieron a la plataforma, otros se abalanzaron sobre los guardias fronterizos, prácticamente les atacaron en sus lanchas apartándoles de la plataforma".
Y añadió: "¿Eso qué es? (…) No se puede actuar ni pensar de esa manera. No todos los objetivos nobles merecen métodos de cualquier clase".
El mandatario ruso adelantó que el Estado no debe ser "cruel", debe vigilar que todos se atengan a las normas, pero también debe ser "indulgente".
El tribunal de San Petersburgo que lleva el caso ha otorgado hasta el momento la libertad bajo fianza a 26 activistas, 5 de los cuales ya han salido de la cárcel, según la oficina rusa de Greenpeace.
Los que han abandonado la cárcel son la brasileña Ana Paula Maciel, los rusos Ana Zaspa, Denís Siniakov, Andréi Allajvérdov, y el neozelandés David Haussmann.EFE