La ministra británica de Interior, Theresa May, introdujo hoy un cambio de última hora al proyecto de ley sobre inmigración que permitirá que sospechosos británicos de terrorismo puedan ser despojados de su ciudadanía.
May ha planteado esa controvertida enmienda en un esfuerzo por aplacar al sector del Partido Conservador que pide medidas más duras en la nueva legislación de inmigración, que se debate mañana en los Comunes.
Esa modificación al proyecto de ley permitirá despojar de pasaporte británico a cualquier individuo sospechoso de haber cometido una conducta "gravemente perjudicial para los intereses vitales del Reino Unido", según este ministerio.
La titular de Interior ya tiene poderes para retirar la ciudadanía británica a personas con doble nacionalidad.
No obstante, por esta nueva enmienda, una persona de nacionalidad británica podría pasar a ser apátrida.
La noticia se conoce un día antes de que el proyecto de ley sobre inmigración vuelva a la Cámara de los Comunes, donde se espera que mañana un sector del Partido Conservador se oponga a los planes del primer ministro, David Cameron.
Interior insistió en que los poderes empleados para convertir en apátridas a ciudadanos británicos se usarán en "estricta concordancia" con las obligaciones internacionales del Reino Unido.
"Aquellos que amenacen la seguridad de este país nos ponen a todos en riesgo. Este Gobierno adoptará todos los pasos necesarios para proteger a los ciudadanos", dijo el secretario de Estado de inmigración, Mark Harper.
Según Harper, la ciudadanía "es un privilegio, no un derecho", y "estas propuestas reforzarán los poderes de la ministra de Interior para asegurar que individuos muy peligrosos puedan ser excluidos si esto repercute en el interés de los ciudadanos".
Por su parte, un portavoz de la organización Reprieve consideró la medida "muy alarmante" y dijo que "daría a la ministra de Interior el poder de despojar los pasaportes de las personas sin ninguna necesidad de los procesos que esperaríamos como ciudadanos británicos". EFE