Al menos 35 migrantes murieron el viernes cuando su barco naufragó entre Malta y la isla italiana de Lampedusa. Poco antes de la tragedia, las autoridades libias habían disparado contra ellos al zarpar de las costas norteafricanas, según relataron los supervivientes a la prensa maltesa.
Según los testimonios recopilados por el diario "Malta Today", dos de los inmigrantes murieron cuando un barco militar libio persiguió a su embarcación, después de que partiera de la ciudad costera de Zuwara, aunque no hay confirmación oficial de lo ocurrido.
"Siguió a nuestro barco durante seis horas y los oficiales a bordo insistieron en que diéramos la vuelta. Cuando nuestro capitán se negó, empezaron a disparar contra el lugar donde pensaban que estarían los motores", explicó Molham Alrosan.
"Cuando eso no funcionó, empezaron a dispararnos a nosotros", agregó. Este superviviente de 20 años, un palestino que vivía en Siria, estaba a bordo del barco junto a su madre, su padre y su hermano de 10 años, Mohamed. Viajaron de Siria a Libia a través de Líbano y Egipto y esperaban poder llegar a Suecia.
"No creo que fueran de la guardia costera. Quizás eran milicianos. Eran civiles que disparaban a matar, sobre todo al capitán", afirmó por su parte a "The Sunday Times of Malta" otro palestino de 35 años.
Desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011 es difícil hacer cumplir la ley en Libia. El jueves, el primer ministro, Ali Zeidan, fue secuestrado durante horas por hombres armados en la capital, Trípoli.
En el naufragio del viernes sobrevivieron más de 200 personas, que fueron rescatadas en una operación conjunta de Malta e Italia. De ellos, unos 150 fueron llevados a Malta. La mayor parte son sirios y palestinos, que relataron el horror vivido cuando su barco volcó en medio del mar.
"Fue horrible. Encontré a mis hijos por casualidad (…) Durante un momento no pude verlos, a pesar de que estaban junto a mí", explicó Emd Hassan, de 38 años y licenciado en Literatura inglesa por la Universidad de Damasco.
Otra pareja siria no tuvo tanta suerte. Perdieron a sus tres hijos y todavía no saben si fueron rescatados por barcos italianos o si se ahogaron. Y un palestino vio el cadáver de un bebé flotando mientras esperaba ser rescatado.
El resto de los supervivientes, unos 50, fueron trasladados a Lampedusa y Sicilia junto con los restos mortales de los fallecidos.
"Siete de los 21 cuerpos que llegaron eran de niños, todos muy jóvenes, de seis meses a un año de edad", explicó un médico de la isla a medios italianos.
El sábado, la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, diseñó un plan de acción de diez puntos para intentar reducir el número de muertes en el mar.
"Hay algo inhumano en un mundo en el que (…) los sirios se ven obligados a arriesgar sus vidas poniéndose en las manos de despiadados traficantes para intentar ponerse a salvo en Europa", advirtió el director de ACNUR, Antonio Guterres./DPA