Los trabajadores locales de la Agencia de la ONU para los refugiados Palestinos (UNRWA) en Cisjordania y Jerusalén pusieron anoche fin a una huelga iniciada hace más de dos meses, que ha endurecido las de ya de por si precarias condiciones de vida de los campos.
El portavoz de la organización, Sami Mishasha, explicó hoy a Efe que el acuerdo definitivo se alcanzó a última hora de la noche del jueves y que los trabajadores volverán a sus tareas a lo largo del día de hoy -festivo- y de mañana sábado.
"Se ha llegado a un acuerdo técnico. La dirección ha aceptado algunas de las reclamaciones de los sindicatos, mientras que otras han quedado suspendidas. La buena noticia es que se recupera la normalidad", explicó Mishasha sin aportar más detalles.
La movilización, que afectaba a unos 5.000 trabajadores, arrancó el pasado diciembre en demanda de una subida de salarios y la admisión de 55 despedidos, que hace un mes iniciaron también una huelga de hambre.
Casi al mismo tiempo, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) decidió intervenir en las conversaciones, durante largo tiempo encalladas.
Sus frutos comenzaron a aparecer el pasado jueves, fecha en la que el primer ministro de la ANP, Rami Hamdala, y su ministro de Trabajo, Ahmad Al Majdalani, se involucraron personalmente en el diálogo para impulsarlo y acabar con una situación que complicaba la vida a miles de refugiados.
Tras aquella reunión, Al Madalani declaró a la agencia local Wafa que "se ha acordado compensar por los días de huelga y no hacer una deducción en el salario de los trabajadores", algo que en su opinión era primordial para finiquitar el paro.
La UNRWA tiene como misión proveer servicios médicos, educativos y sociales en los campos de refugiados palestinos. EFE